El presidente de la Confederación Económica Empresaria (CGE), Roberto Marquínez, señaló que «los préstamos deben darse de manera automática en estos momentos» y consideró que «el Fondo de Garantías Argentino (Fogar) va a ser determinante para sostener cualquier tipo de esquema financiero que se plantee».
Por su parte, el presidente de la Fundación ProTejer, Yeal Kim, consideró que el sector «necesita una ayuda muy grande de las entidades crediticias» para evitar el corte en la cadena de pagos y que las empresas se fundan.
El sector Pyme atraviesa contratiempos debido a la crisis por el coronavirus y a una serie de desavenencias en los últimos días entre el dictado y la instrumentación de distintas medidas financieras.
El pasado 19 de marzo, el Banco Central (BCRA) flexibilizó encajes y puso nuevos topes a la posición de Letras de Liquidez (Leliq) de los bancos para liberar unos $ 350.000 millones a ser utilizados en créditos blandos a empresas y familias.
Una semana más tarde, el BCRA otorgó mayores incentivos a las entidades financieras para que potencien las líneas de crédito a tasas del 24% para el pago de sueldos de empleados de Pymes.
El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, explicó que en gran parte de los casos los préstamos son denegados porque las Pymes acarrean deudas.
Asimismo, en las situaciones en que los bancos otorgan los beneficios, la liquidez no llega a las Pymes porque la mayoría se encuentra con saldos descubiertos y la entidad financiera usa el monto del crédito para la cancelación del pasivo del cliente.
Otra medida dispuesta por el BCRA fue la reapertura del clearing bancario (proceso de validación y cobranza de cheques) con el objetivo de no interrumpir la cadena de pagos.
Sin embargo, como «el 70% de los cheques emitidos hace 30 días no pueden ser cubiertos por el freno de la industria y la consecuente falta de fondos, han sido rechazados por los bancos», explicó Rosato.
«A una semana de apertura del clearing empezamos a ver una lluvia de cheques rechazados», coincidió el titular de ProTejer y reiteró que «los comercios cerrados no pueden afrontar compromisos por falta de ingresos».
«Si las empresas se funden, los bancos se van a quedar sin cartera de clientes, esperamos que comprendan la situación y traten de colaborar», sostuvo Kim.
El empresario textil comentó que una solución paliativa puede ser que «cuando se presenten los cheques rechazados, nos den ese monto como crédito».
Sin embargo, para el líder de ProTejer una salida de fondo sería que las entidades financieras otorguen «créditos blandos con tasas razonables a 6 o 12 meses», para que las Pymes tengan oxígeno para cubrir salarios y demás costos fijos y puedan cancelar la deuda cuando se reanude la actividad y vuelvan a obtener ingresos.
En consonancia, el presidente de la CGE, Roberto Marquínez, reclamó que los bancos «clarifiquen su posición y dejen de funcionar a medias», ya que son «fundamentales» para la vida de las empresas.
Asimismo, sugirió que «los cheques rechazados puedan ser redepositados en el plazo de 30 días».
A pesar de la incertidumbre, los dirigentes empresariales se mostraron comprensivos con la aversión de los bancos a prestar sin tener garantía de devolución, por el riesgo de insolvencia en el que se encuentra gran parte de las compañías ante el freno de la actividad.
Para tratar de disipar estos temores y destrabar la situación, el Gobierno dispuso el miércoles la afectación de $ 30 mil millones para el FoGAr, con el objeto de dar certidumbre a los bancos para que faciliten el acceso a los préstamos.
Al respecto, Marquínez expresó que «el apoyo del FoGAr es auspicioso, pero todavía no está implementado».
Por su parte, Rosato sugirió que el Banco Central (BCRA) salga de garante de las empresas y pidió créditos a tasa cero dado que «la recesión se profundiza y hay que actuar de acuerdo con la excepcionalidad de la circunstancia».
Por último, los dirigentes subrayaron la importancia de no realizar despidos de personal y la necesidad de preservar la salud de los trabajadores.
«Nuestra prioridad número uno es pagar salarios y cuidar el empleo y la supervivencia de las Pymes», sostuvieron.