«La recuperación de la actividad turística será desigual en el país, puesto que las ciudades más corporativas y con mayor conectividad o mejor situadas y en cercanía de capitales de países vecinos tendrán una suerte distinta a las otras», analizó el titular de la entidad, Gerardo Díaz Beltrán.
En ese sentido, el dirigente empresario subrayó: «Es por ello que ratificamos la visión estratégica de que el turismo debe ser una política de Estado».
«En lo que va de la pandemia, el turismo regional perdió ingresos por $77.890 millones entre marzo y agosto, como promedio estimativo por los seis fines de semana largos y las vacaciones de invierno que repercuten, no sólo en forma directa en el sector, sino también en las economías regionales», apuntó.
De ese modo, el presidente de CAME aclaró: «A diferencia de otras actividades, esto ya no se recupera».
El análisis de la entidad subrayó que «el 95 % de la actividad del sistema turístico lo representa el sector pyme».
Dentro de las propuestas presentadas por CAME hacia el Gobierno se encuentran la creación de una Mesa de enlace Público y Privado, la elaboración de un plan de acción, la estimulación de la conectividad como uno de los ejes de desarrollo turístico, la prolongación del ATP y apoyo económico para los pequeños y medianos prestadores de servicios turísticos, inscriptos como pymes.
Además, pidió moratorias impositivas y de servicios de largo plazo a abonar de forma gradual desde 2022 en adelante con el pago mayor de capital sobre el final de estas y la evaluación de la reducción del 50 por ciento de los alquileres a espacios que se destinan específicamente a la actividad.
«Esperamos que estas propuestas sean tenidas en cuenta a fin de llevar certezas a esta industria, que es la más federal, democrática y transversal actividad económica, ya que representa el cuarto complejo exportador», remarcó Díaz Beltrán.