El Gobierno nacional decidió ayer reducir las alícuotas del impuesto a las Ganancias que deberán pagar las empresas, lo que beneficiará a mas del 90% de las pequeñas y medianas empresas, quienes tendrán un alivio fiscal ya que pasarán a pagar la tasa más baja del Impuesto a las Ganancias, del orden del 25%. A través de la introducción de modificaciones en las escalas, aumentando la progresividad del impuesto, por lo que se estima que sólo el 10% delas empresas tendrán que pagar la alícuota más alta del 35%.
Los cambios al proyecto de ley, inicialmente enviado el pasado 11 de marzo al Congreso, fueron adoptados en una reunión de gabinete económico que encabezó ayer el jefe de ministros, Santiago Cafiero, que contó, entre otros, con la asistencia del ministro de Economía, Martin Guzmán; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; la titular de la Afip, Mercedes Marcó del Pont y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco.
Según informaron fuentes oficiales, durante el encuentro se planteó la necesidad de avanzar con progresividad en las medidas que hay que tomar”, como es el caso del descongelamiento de tarifas. Por otro lado, destacaron que la iniciativa revierte la reforma tributaria del 2017, instrumentada por el Gobierno de Juntos por el cambio, que tuvo un carácter regresivo.
Con el proyecto original el Gobierno apuntaba a que el 75% de las empresas pagaran una alícuota del Impuesto a las Ganancias más baja que la vigente en el período fiscal 2020. En la iniciativa original se planteaba un esquema de alícuotas escalonadas de acuerdo al nivel de ganancia de cada empresa.
Con las modificaciones informadas ayer del proyecto que se debatirá en el Congreso, las empresas pagarán un 25% para un primer tramo de beneficios de hasta $5 millones anuales, un 30% para un tramo intermedio de $5 millones a $20 millones anuales, y para los beneficios superiores a ese umbral se aumentará al 35%. En tanto que se mantendría la alícuota del 7% para dividendos distribuidos en todos los casos.
De este modo, los cambios propuestos significan un importante recorte de la cantidad de empresas que tributan la alícuota más alta, mientras que todas las pequeñas y medianas empresas, que representan cerca del 90% del universo, quedarán en el escalón más bajo.