En el primer semestre de este año la pobreza fue del 40,6%, lo que significa que 11,7 millones de personas no contaron con los ingresos necesarios para cubrir la canasta básica de consumo. El índice retrocedió 1,4 puntos respecto de fines de 2020 y 0,3 con relación al primer semestre del año anterior, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Así, si bien el dato bajó respecto del pico del 42% de pobreza que marcó en el segundo semestre de 2020, se ubicó en valores muy cercanos a los de la primera mitad del año pasado (40,9%), período con el que corresponde comparar para evitar distorsiones estacionales. No llegó, todavía, a los niveles anteriores a la pandemia en los que el indicador rondaba el 35,5%.
En cuanto a la indigencia, aquellas personas que apenas tienen ingresos para cubrir la canasta de alimentos, se ubicó en el 10,7% en el primer semestre, lo que representó un alza respecto del 10,5% de fines de 2020. Las cifras oficiales indican que en el primer semestre del año el 31,2% de los hogares se encuentran en la línea de pobreza y el 8,2% es indigente.
Según el informe, para el universo de los 31 aglomerados urbanos censados, por debajo de la línea de pobreza se encuentran 2.895.699 hogares, que incluyen a 11.726.794 personas. Dentro de ese conjunto, 756.499 hogares se encuentran por debajo de la línea de indigencia, lo que representa 3.087.427 indigentes. Si las cifras se proyectan a todo el país en función de la cantidad de habitantes, el número se eleva a 18.800.000 personas, que viven en 2.900.000 hogares.
En cuanto a los grupos de edad según condición de pobreza, se destaca que más de la mitad (54,3%) de las personas de 0 a 14 años son pobres. El porcentaje total de pobres para los grupos de 15 a 29 años es de 48,5%, y de 30 a 64 años es de 36,3%, mientras que en la población de 65 años y más, el 13,8% se ubicó bajo la línea de pobreza.
Con respecto al segundo semestre de 2020, la incidencia de la pobreza registró una reducción de 0,4 puntos porcentuales en los hogares. En cambio, en el caso de la indigencia, mostró un aumento de 0,4 puntos en los hogares y de 0,2 puntos en las personas.
En la primera parte del año, el valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que determina la indigencia, se incrementó el 25,3%, mientras que el de la Total (CBT), que mide la pobreza, avanzó 22,7%.
A nivel regional se observaron disparidades en la evolución: en Gran Buenos Aires −región con mayor cantidad de población− y Patagonia se observó una reducción de la incidencia de la pobreza e indigencia, mientras que en el resto de las regiones aumentó. Las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en las regiones Noreste (NEA), 45,4%; y Noroeste (NOA), 44,7% y, las menores, por su parte, se registraron en las regiones Patagonia, 34,4% y gran Buenos Aires, 39,2%.