La industria manufacturera no logró sostener el repunte de agosto y volvió a registrar una caída mensual en septiembre, un mes atravesado por la incertidumbre electoral y la volatilidad financiera. Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), su Índice de Producción Industrial (IPI) se redujo 0,1% respecto de agosto y acumuló una baja de 3,6% en los últimos cuatro meses. El nivel de actividad fue el segundo más bajo desde abril.
El retroceso se explica, principalmente, por factores estructurales que afectan al entramado productivo, combinados con una demanda interna debilitada, mayores importaciones y retrasos en decisiones de inversión. En términos interanuales, la industria cayó 0,7%, aunque mantiene una suba acumulada del 3,8% en lo que va de 2025, producto de una baja base de comparación.
Textiles y automotrices, los sectores más afectados
El declive más pronunciado se verificó en la producción textil e indumentaria, que retrocedió 6,1% mensual y 22,4% desde mayo. Fuentes del sector atribuyen el deterioro a la caída del consumo y a la apertura comercial, que impulsó importaciones “a valores mínimos históricos”. Además, alertaron por la falta de controles aduaneros, la eliminación de declaraciones juradas y el crecimiento del contrabando y del sistema “puerta a puerta”.
En segundo lugar, se ubicó la industria automotriz, con una contracción de 14,8% desde mayo. El rubro se vio afectado por la competencia de vehículos importados y por paradas técnicas de plantas, como la de Volkswagen, que suspendió la producción de la Taos para acelerar el lanzamiento de una nueva pick-up híbrida.
También mostraron caídas los sectores de productos de caucho y plástico (-13,3%) e industrias metálicas básicas (-10,4%), ambos impactados por la menor demanda de las terminales automotrices.
Solo cuatro rubros mostraron mejoras
De las 16 divisiones que releva el IPI, apenas cuatro produjeron más que en mayo: refinación de petróleo (+17,2%), otros equipos y aparatos (+10%), maquinaria y equipo (+2,2%) y muebles y colchones (+1,9%).
La apertura comercial y la caída de la demanda interna continúan afectando el desempeño fabril, mientras el Gobierno busca sostener el equilibrio externo y la competitividad industrial en un contexto de fragilidad macroeconómica.
“Plan Motosierra”: riesgo en la industria
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) valoró las reformas estructurales impulsadas por la gestión de Javier Milei, pero advirtió que el llamado “Plan Motosierra” y el proceso de liberalización económica “ponen en riesgo la industria y las capacidades productivas acumuladas” del país.
En su informe “Perspectivas económicas de Latinoamérica 2025”, el organismo señaló que el modelo argentino “prioriza la estabilización macroeconómica por sobre la intervención sectorial”, con medidas que incluyen la eliminación de subsidios, reducción de barreras comerciales y privatizaciones. “La estrategia centrada en el ajuste fiscal y la retirada del Estado de los asuntos productivos podría debilitar la estructura industrial”, alertó.
El documento destacó avances como la Ley Bases, la consolidación fiscal, la reducción de la inflación y los superávits energéticos de 2024, pero advirtió que la “larga trayectoria industrial del país” enfrenta desafíos para sostener su base manufacturera.
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