El Gobierno argentino pagará hoy al Fondo Monetario Interna-cional (FMI) US$ 2.700 millones, que estarán integrados en parte con Derechos Especiales de Giro (DEG), la moneda que utiliza el organismo multilateral, y otra con yuanes de libre disponibilidad, lo que permitirá mantener intactas las reservas del Banco Central de la República (BCRA).
La medida tiene lugar ante el vencimiento del plazo final para saldar los US$ 2.700 millones correspondientes a las cuotas del acuerdo con el organismo del miércoles y el jueves de la semana pasada, donde había que abonar US$ 921 millones y US$ 1.780 millones, respectivamente. Según confirmaron las fuentes oficiales, para abonar los vencimientos se utilizarán US$ 1.700 millones a DEG y el resto se pagará en yuanes de libre disponibilidad del swap de monedas sellado con el Banco Popular de China.
De esta manera, “se cumple con lo que se acordó con el Fondo y al mismo tiempo no se pondrán en riesgo las reservas del Banco Central”, explicó la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti. El FMI recibiría los yuanes, que podría intercambiarlos por DEG al Banco de China, o bien a otro país miembro que necesitara yuanes para realizar transacciones.
Al mismo tiempo, las fuentes oficiales confirmaron que continúan las conversaciones correspondientes a la quinta revisión del acuerdo de Facilidades Extendidas y que, en base al programa existente, la Argentina recibiría unos 3.000 millones de DEG -equivalentes a casi 4.000 millones de dólares- en caso de obtener el aval del organismo, algo que se anunciaría en las próximas horas.
El objetivo del Gobierno, sin embargo, es que el desembolso sea mayor a ese monto -de al menos el equivalente a fondos de lo que restan en el semestre, por unos US$ 10.600 millones- para ayudar a paliar el fuerte impacto de la sequía en las reservas internacionales en poder del Banco Central. Justamente, la negociación gira ahora en torno al monto que podría adelantar el FMI y qué porcentaje de ese adelanto estaría destinado a cancelar deuda con el organismo y cuál podría usarse para intervenir en el mercado cambiario, ante un escenario de tensión financiera.
Lula impulsa un acuerdo para el comercio
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, defendió ayer la implementación de una línea de crédito para los exportadores que venden productos a la Argentina con el objetivo de no perder negocios ante China en el mercado argentino.
“Brasil no se puede permitir que, mientras China pone 30.000 millones de dólares en un swap de yuanes para que la Argentina compre productos chinos, Brasil no haga nada y teniendo un comercio de 40.000 millones de dólares con la Argentina deje los productos en nuestras góndolas sin que se exporten”, aseguró Lula en declaraciones a Radio Gaúcha, de Porto Alegre.
El mandatario brasileño defendió así una línea de financiación del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) para financiar las exportaciones de los industriales brasileños a la Argentina, que están encontrando problemas en cobrar en dólares debido a la restricción de divisas del Banco Central que se aceleró a raíz de las pérdidas generadas por la sequía.