La medida se formalizó a través de la Resolución 709/2023, publicada este lunes en el Boletín Oficial, y fijó los precios por litro en $ 237,672 en el caso de la caña y de $ 224,309 en el del maíz, que hasta el momento tenían un precio unificado de $ 199,059 por litro.
Los aumentos diferenciados fueron explicados por analistas del mercado de biocombustibles como el reconocimiento de un incremento de precios del azúcar mayor al del maíz o, como se indicó en los considerandos de la resolución, se incorporaron «alternativas que permitan contemplar los potenciales impactos que pudieran generar, en el escenario macroeconómico actual, la variación significativa en los precios relativos de algunos insumos que componen la estructura de costos de elaboración del bioetanol a base de caña de azúcar y maíz».
El precio vigente hasta hoy había sido fijado en la Resolución 631 del 31 de julio pasado, luego de los reclamos de la Cámara de Bioetanol por los aumentos de costos derivados de la implementación de un valor diferenciado para las exportaciones de maíz (por entonces de $ 340), en el marco de una nueva versión del Programa de Incremento Exportador.
La fijación de una cotización de $ 350 para el dólar mayorista a partir del 14 de agosto dejó sin efecto aquella paridad y, a su vez, dio lugar a nuevas consultas entre los empresarios del sector y la Secretaría de Energía.
Los incrementos diferenciados tuvieron en cuenta aspectos de la fórmula aprobada en la Resolución 373/2023, a modo de referencia de «una política de convergencia de precios que pasaría a aplicarse a partir de noviembre», indicaron a Télam fuentes de la Cámara de Bioetanol.