Después de la reunión del ministro de Economía, Luis Caputo, con inversores en Nueva York, la agencia Bloomberg informó que el funcionario habría adelantado que el Gobierno podría aumentar el ritmo del crawling peg del 1% al 1,5% mensual y presentaría en 30 días un plan de recompra de bonos y acumulación de reservas. Caputo participó del Consejo de las Américas y se reunió con cerca de cuarenta inversores en un encuentro organizado por JP Morgan, donde indicó que el tipo de cambio se mantendría dentro de bandas preestablecidas y no se dejaría flotar la moneda.
El ministro también habría señalado que Argentina planea recomprar los bonos globales con vencimiento en 2029 y 2030 y emitir un bono vinculado a la educación, además de comprar dólares dentro de la banda cambiaria para fortalecer reservas.
Sin embargo, el Gobierno desmintió estos trascendidos. Según el equipo económico, «es falso» que exista una modificación del ritmo de ajuste de las bandas o un plan de compras de reservas y recompra de deuda en 30 días. Ratificaron el esquema vigente hasta las elecciones de 2027 y destacaron que el rumbo económico no contempla cambios inmediatos en la política cambiaria.
Expertos señalan que la acumulación de reservas sigue siendo clave para cumplir las metas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Actualmente, las reservas netas del Banco Central de la República Argentina muestran un déficit cercano a US$ 11.400 millones, mientras que el Gobierno debería reunir unos US$ 8.200 millones adicionales antes de fin de año.
Críticas del mercado internacional
Mientras Caputo defendía el esquema actual, el fondo global Pacific Investment Management Co. (Pimco) instó al Gobierno argentino a permitir la libre flotación del dólar. “Les recomiendo encarecidamente dejar flotar su moneda si quieren romper el ciclo de auge y caída”, dijo Pramol Dhawan, jefe de gestión de carteras de mercados emergentes del grupo.
El directivo advirtió que “los inversores extranjeros no invertirán en activos locales con este tipo de cambio”, y sostuvo que una flotación plena permitiría “frenar la dolarización e incentivar la repatriación de capitales”.
El Tesoro canceló un fuerte pago al FMI y las reservas del Banco Central volvieron a caer









