Las personas usuarias, tan sólo con un teléfono y con una billetera virtual o aplicación de bancos, pueden desde este lunes leer cualquier código QR y realizar pagos con transferencia. Al respecto, el Banco Central resaltó: «Es un paso fundamental en el desarrollo de los pagos digitales en nuestro país».
Según lo dispuesto, desde este lunes todas las empresas que hayan desarrollado billeteras virtuales deben tener sus credenciales integradas, completando así el último paso que permite la plena interoperabilidad de los códigos QR.
El Banco Central destacó que para las personas usuarias y para los comercios, «esto representa una importante simplificación: «ahora es suficiente con tener instalada en el celular una sola aplicación o billetera electrónica y los pagos con transferencia se pueden realizar tanto desde cuentas bancarias con CBU como de cuentas de proveedores de servicios de pago».
«Los pagos con transferencia son más accesibles, eficientes y seguros, evitando así el uso del efectivo, y no es necesario disponer de una tarjeta de débito», subrayó la autoridad monetaria, en un comunicado.
«Transferencias 3.0» se lanzó a fines de 2020 con el objetivo de potenciar los pagos digitales y de conseguir una mayor inclusión de aquellos sectores que aún no utilizan los servicios financieros.
Según el Banco Central, pagar con transferencia desde el celular a través de una aplicación bancaria o billetera electrónica con lector de código QR «es simple y práctico».
«Para las personas, las operaciones son fáciles, seguras, rápidas y gratuitas. La persona que compra nunca paga comisión», explicó.
Además puntualizó que no es necesario tener una tarjeta de débito asociada para realizar pagos con transferencia: los bancos pueden abrir cajas de ahorro en forma virtual sin tener una tarjeta, aunque deben emitirla si la persona usuaria la requiere.
En cuanto a los comercios, a través de los pagos con transferencia reciben los fondos de manera inmediata y con carácter irrevocable; asimismo, tienen menos costos, ya que estos pagos tienen un tope de comisión de ocho por 1.000.
Además, se reduce el uso de efectivo en el local, redundando en menores gastos y mayor seguridad.