El jefe de Gabinete de ministros, Juan Manzur, se reunió ayer con el ministro de Ambiente, Juan Cabandié, y el secretario de Energía, Darío Martínez, con el objetivo de analizar la puesta en marcha de la exploración hidrocarburífera en Cuenca Argentina Norte.
La iniciativa estatal, cuyas áreas serán operadas por la empresa noruega Equinor en conjunto con YPF y Shell, permitirá la exploración hidrocarburífera a través del registro de imágenes del subsuelo marino y no contempla la perforación de pozos productores de petróleo o gas, se informó oficialmente.
Los hidrocarburos representan hoy “la mitad del consumo mundial de energía; estamos frente a un contexto de demanda energética en aumento; por tanto es una actividad que hay que profundizar y continuar desarrollando”, indicó Manzur tras el encuentro.
Según el funcionario, al efectuar estas prácticas el país “cumple con todos los estándares de cuidado del medioambiente”, de la misma manera que se realiza en los países más desarrollados del mundo, como Canadá, Noruega y Brasil. Por su parte, Martínez expresó que “17% del gas que se produce en el país sale del offshore, necesitamos gas argentino producido por trabajadores argentinos y Pymes argentinas que se vayan sumando a la cadena de valor”.
El proyecto, autorizado el último día hábil de 2021, despertó la movilización de cientos de vecinos y turistas en la balnearia Mar del Plata, que rechazan la búsqueda de petróleo a unos 300 kilómetros de la costa de la ciudad por el impacto que, alegan, genera al medioambiente.
Preguntado sobre las protestas, Martínez dijo que “la exploración en Argentina se está haciendo desde 1970 a la fecha y hoy tenemos 36 pozos activos en Santa Cruz y en Tierra del Fuego, es algo que se hace en Argentina”. “Necesitamos más gas y más petróleo para dejar de importar. Y hay que hacerlo con los mejores controles y de la manera más exigente para evitar cualquier tipo de accidente”, agregó.
La iniciativa oficial fue respaldada por el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG) que ayer por medio de un comunicado cuestionó a quienes resisten la exploración, al entender que utilizan argumentos de “escaso nivel técnico científico” que reflejan “irresponsabilidad” en contra de una actividad que tiene seguridad en las operaciones e impacto positivo en la economía del país.
En un texto difundido por la entidad se refirió a que “los permisos para explorar el Mar Argentino son una muy buena noticia, porque hay que conocer los recursos para defenderlos y aprovecharlos”. En otro tramo del comunicado, el IAPG señaló que “será la primera vez que las operaciones se hagan en aguas profundas y ultraprofundas; es decir, se llevarán a cabo en zonas muy alejadas de la costa, a cientos de kilómetros, en donde el mar puede alcanzar profundidades de hasta 4000 metros”. “Decir que las operaciones se harán en las costas bonaerenses es relativo y hasta tendencioso”, agregó el escrito.
Un “Atlanticazo” vecinal contra la iniciativa
Mientras que en el Gobierno y en la industria petrolera ven una “oportunidad histórica” en la búsqueda por posicionar a Argentina como un país exportador de energía, a través de la exploración sísmica en tres áreas offshore del Mar Argentino, organizaciones como Greenpeace y vecinos autoconvocados vaticinan una inminente “catástrofe ambiental”.
Desde que se conoció la noticia, la resistencia social y ciudadana se hizo sentir en varias localidades de la costa bonaerense. La primera movilización fue el viernes último en Chapadmalal. Bajo consignas como “Mar libre de petroleras” o “Gobierno Ecocida”, un nutrido grupo de vecinos repudió la actividad hidrocarburífera.
La segunda repercusión ocurrió el martes con un “Atlanticazo”, que tuvo como punto de encuentro La Rambla de Mar del Plata y finalizó en el centro, en las puertas de la municipalidad. “Nos da muchísima impotencia este decreto. Somos una ciudad turística que vive del mar”, relató una integrante de la Asamblea “Un mar sin petroleras”, a la prensa que cubrió la movilización.