La guerra que se desarrolla en Ucrania impactará, de manera inevitable, en las economías de la región, aunque dicho impacto podría llegar a ser positivo para algunos países. América Latina no es un territorio en el que Rusia mantenga una influencia importante, salvo ciertos vínculos políticos muy puntuales. En lo económico, la región exporta mucho más a China y a EE.UU. que a Rusia.
No obstante, las variaciones económicas globales que se dieron desde el inicio de la guerra, el 25 de febrero, y las sanciones impuestas a Moscú, podrían llegar a tener un impacto positivo para la región.
El temor a la escasez y el aumento en los precios de los hidrocarburos, minerales y cereales podrían beneficiar a los países exportadores de esos recursos, como Venezuela, Chile, Perú, Bolivia, Argentina o Brasil.
Diferente suerte corren los países turísticos como Cuba y República Dominicana, donde los rusos representan un importante porcentaje de sus visitantes. Allí se calcula que podrían perder a 500 mil turistas y reducir su ingreso de divisas.
El escenario para Argentina es complejo: hay oportunidades y preocupaciones. Hasta el momento, el país encuentra complicaciones por los aumentos en el gas, recurso que debe importar para enfrentar el próximo invierno, y del petróleo, que se refleja en la suba de combustibles y, por lo tanto, en la logística de todos los bienes. Sin embargo, el escenario se vuelve positivo en relación a los aumentos de los cereales, minerales y metales.
En relación a los cereales, tanto el trigo como la soja vieron disparado su valor en la última semana. Además, España y Francia propusieron a la Unión Europea (UE) eliminar las restricciones hacia los granos genéticamente modificados provenientes de la Argentina, el resto de Sudamérica y EE.UU., frente al corte de importaciones desde Ucrania por la guerra con Rusia.
Esto podría incrementar las divisas que ingresan a Argentina y beneficiaría a la economía nacional, siempre que los problemas de sequía e incendios no afecten al campo.
En lo relativo a los metales la noticia es el increíble aumento del oro, que creció un 16,5% desde enero, lo que representaría una oportunidad para la economía local ya que nuestro país cuenta con la novena reserva de oro entre las más grandes del mundo.
Sobre los minerales, el panorama también es bueno: el precio de la tonelada de litio pasó de US$ 3.000 a 70.000, desde que se inició la guerra. Argentina es el cuarto productor de litio mundial, y en 2021 exportó 4.888,9 toneladas, según el Indec. De esta manera, se abre la tercera oportunidad de crecimiento para el país.