La tranquilidad financiera de los primeros meses del Gobierno de Javier Milei se vio duramente interrumpida esta semana por una dispara abrupta del dólar blue, en medio de los recortes de las tasas de interés de referencia que obligó a los ahorristas a volver hacia el dólar libre.
En una jornada volátil, la divisa paralela llegó a negociarse ayer en los $1.300 para la venta, lo que marcó un nuevo récord nominal, aunque con el correr de las horas el precio pegó la vuelta para cerrar a $1.280 en la city porteña. De esta manera el avance diario fue de solo $ 5, algo más estable que los aumentos que venía acarreando de las tres ruedas anteriores (de $ 60, $ 50 y $ 45). Con un dólar mayorista que avanzó 50 centavos a $ 890, la brecha cambiaria se ubica en el 43,8% -la más elevada desde el 30 de enero (47,2%)-.
Pero a lo largo del mes, la divisa acumula un ascenso de $ 240 o del 23,1%, aunque si se observa la evolución acumulada del año, el aumento es de $ 255 o 24,88% -lo que da cuenta de la intensidad y la dinámica que tomó el dólar blue en mayo-. La situación llegó a la rueda de prensa diaria del portavoz presidencial, Manuel Adorni, quien descartó cualquier tipo de “intervención” para aplacar la subida. “No hay razón alguna para que esto tenga una implicación en los precios, más que el problema inflacionario que estamos viviendo por los desajustes en materia monetaria y fiscal en Argentina”, respondió Adorni.
“Lo que pasa es que la demanda de pesos sube y el Banco Central, en su búsqueda de bajar la tasa de interés, ha ido aumentando la cantidad de pesos y se pasó de largo: ha emitido más pesos de lo que la gente estaba demandando”, explicó el economista Aldo Abram, quien consideró que la última baja de la tasa de referencia (en el 40%-) “fue claramente un exceso, que hace que los depósitos a plazo fijo tengan más riesgo que lo que compensa esa tasa”.
Para colmo, se retrasa el ingreso de divisas por la liquidación de la soja. La Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) le puso números: a mediados de mayo, los productores sólo vendieron el 34% de la producción de la campaña 23/24, lo que representó el nivel más bajo de los últimos seis años. Desde Coninagro alertan que la situación probablemente sea consecuencia de los bajos precios de la soja que se han visto durante los últimos meses y la percepción de “un tipo de cambio poco conveniente”, lo que presiona para que la divisa sigua escalando.
Complicaciones con el Club de París
Dos vencimientos que debe afrontar el Banco Central de la República Argentina (BCRA) con el Banco Popular de China por el swap de monedas y que ascienden a casi US$ 4.900 millones para junio y julio pueden generar una situación incómoda con el Club de París (CDP) en días en los que uno de los principales miembros del consorcio de países acreedores, España, no vive su mejor momento en las relaciones diplomáticas con la Argentina.
El BCRA negocia con China la posibilidad de refinanciar esos pagos, dado que las magras reservas internacionales de la autoridad monetaria vuelven imposible desembolsar en efectivo US$ 2.906 millones en junio y US$ 1.938 millones en julio.
Pero si las conversaciones no prosperan y el pago debe realizarse, se podría activar un nuevo problema. Ocurre que, si Argentina avanza en esos pagos, activaría el reclamo de los miembros del Club de París por los fondos adeudados –como ya ocurrió en el pasado, cuando denunció un trato desigual de nuestro país respecto a otros acreedores, como China-, con la pelea con España como candente fondo.