En noviembre, el consumo masivo volvió a tener una caída importante: se desplomó 20% respecto del mismo mes del año pasado y acumula un retroceso de 13,5% en lo que va del año, según el relevamiento que realiza la consultora Scentia sobre 7000 puntos de venta (cadenas de supermercados y autoservicios) de todo el país.
La caída tiene su explicación en el menor poder adquisitivo de los consumidores, quienes además de ver deteriorado sus ingresos este año, debieron “reconfigurar” sus gastos y hacer rendir más sus presupuestos frente al aumento de precios más importante que tuvieron los servicios.
Además, existe otro factor detrás de la importante caída en las ventas del mes pasado: la comparación está hecha contra una base muy alta dado que, en medio del clima electoral, la masa de dinero que inyectó el Gobierno destinada al consumo -en noviembre de 2023- logró que mucha gente se stockeara frente al temor de una devaluación.
Sin embargo, a pesar del importante declive de las ventas, existe un indicio positivo: desde abril las ventas vienen estables, no caen respecto del mes anterior, aclara Osvaldo del Rio, presidente de la consultora. “En noviembre se ve un crecimiento del 1,5% contra octubre. Teniendo en cuenta que noviembre tiene un día menos que octubre, ese aumento podría estar más cerca del 3% o 4%”, destacó el analista.
En otras palabras, aunque la caída sigue siendo fuerte, hay una desaceleración ya que en septiembre la merma mensual había sido del 22,3% (la peor de los últimos 20 años), en octubre del 20,4% y en noviembre del 20%, según Scentia.