El Índice de precios en Origen y Destino (IPOD), que elabora mensualmente la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), reveló que los consumidores pagaron en promedio 3,6 veces más de lo que cobraron los productores en julio, de acuerdo al indicador que analiza el comportamiento de los 24 productos agropecuarios que integran la canasta relevada.
El informe indicó que la participación del productor en el precio final de venta fue del 25,6% en promedio, por lo que explicó tan solo una cuarta parte del precio de góndola. La mayor participación la obtuvieron los productores de frutilla, mientras que la más baja fue para los de zapallito.
El zapallito (14,11 veces), el limón (14,03), la naranja (10,85), la manzana roja (8,43) y la zanahoria (6,83) fueron los 5 agroalimentos que presentaron mayor diferencia entre origen y destino.
Entre los productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor, se encuentran la frutilla (1,73 veces), los huevos (1,99), el pollo (2,08),la cebolla (2,16) y el ajo (3,11).
Desde CAME expresaron que “los productores de los agroalimentos con mayor diferencia de precio entre campo y góndola coincidieron en la falta de precios de referencia, provocada por la inestabilidad de la macroeconomía y su impacto en el precio de los principales insumos que utiliza la producción agropecuaria”, como explicación a las brechas más notorias. También mencionaron que “a los inciertos costos de reposición se suma, además, una caída de demanda por pérdida de poder adquisitivo”.
El IPOD frutihortícola arrojó que del campo a la góndola, los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta se multiplicaron por 5,98 veces en julio, por lo que el consumidor pagó cerca de $6 por cada $1 que recibió el productor frutihortícola.
El IPOD ganadero de julio reflejó que por los 5 productos y subproductos ganaderos que componen la canasta, el consumidor abonó 2,77 veces más de lo que recibió el productor.
Desde la entidad gremial-empresaria concluyen que “el análisis demuestra que el productor primario no es formador de precios, por lo que tampoco es responsable de su escalada. En general, las diferencias entre origen y destino se deben a un conjunto de comportamientos como, por ejemplo, los especulativos, adoptados por diferentes actores de la cadena de valor que abusan de su posición dominante en el mercado, básicamente los hipermercados, los galpones de empaque y las cámaras de frío”.