La ministra de Economía Silvina Batakis mantuvo finalmente ayer su primer encuentro cara a cara con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Gerogieva, en la sede del organismo multilateral, en Washington. Tras la charla, Georgieva comunicó que la reunión fue “productiva” y destacó los “esfuerzos” del gobierno argentino por alcanzar una “sostenibilidad fiscal”. “Otra reunión productiva con la ministra Batakis. Valoramos sus esfuerzos iniciales para fortalecer la sostenibilidad fiscal”, señaló Georgieva en una serie de tuits. Al mismo tiempo, dijo que acordaron la “importancia de la implementación decisiva del programa para abordar los desafíos económicos y sociales de Argentina”.
Fue la primera reunión que Batakis y Georgieva mantuvieron tras el contacto virtual del 6 de julio último, luego de que la ministra jurara como nueva titular del Palacio de Hacienda, en reemplazo de Martín Guzmán.
Finalmente, la posibilidad de que las autoridades nacionales le pidieran a la titular del FMI una flexibilización de las metas establecidas en el acuerdo firmado en enero por la deuda contraída durante la gestión de Mauricio Macri por US$ 45.000 millones no fue informado que haya sido parte de la agenda tratada.
El encuentro se enmarcó en el viaje de 48 horas de Batakis a Estados Unidos, que tiene entre sus principales objetivos que sus interlocutores “escuchen y conozcan cómo piensa” la nueva funcionaria, además de exponer las pautas de acción que tomará el Gobierno en materia económica. Así, Batakis abrió su maratónica agenda en Washington en el Departamento del Tesoro, donde se reunió con el asesor de Janet Yellen, David Lipton.
Sin mucho margen para encarar reformas profundas, la ministra comenzó a tantear el terreno para definir cómo contendrá la crisis y mantendrá a flote el programa económico, una discusión que, en la Argentina, aparece ahora centrada en el dólar y en la política cambiaria.
Desde hace días el Gobierno está enfrascado en una discusión interna para decidir si crea un nuevo tipo de cambio para elevar la liquidación de las divisas de los exportadores y ganar tiempo. Mientras que el mercado cree que el Ejecutivo se verá forzado a devaluar, ya que el dólar quedó muy rezagado respecto de las divisas libres y financieras, por la corrida cambiaria de las últimas semanas.
Al finalizar la jornada, Batakis se trasladó al Banco Mundial, donde se reunió con el director Ejecutivo, Axel van Trotsenburg. Tras ello, se informó que el organismo aprobó un financiamiento de US$ 200 millones para promover un crecimiento sostenible en el país.
Horas antes, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver- Carone, había condicionado un préstamo de US$ 500 millones para la Argentina a que se cumpla el programa y los compromisos asumidos con el FMI. En una columna publicada en Wall Street Journal, el hombre cercano a Donald Trump explicó por qué se resiste a otorgarle al país el financiamiento, que ya había sido autorizado por el BID y que debían acreditarse a lo largo del primer semestre, con fecha máxima de ejecución el 30 de junio. “El tumultuoso historial financiero de Argentina afecta singularmente a los costos del banco”, argumentó en el escrito.