El ministro de Economía, Martín Guzmán, salió a insistir ayer en que el preacuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “no es de ajuste”, ya que “el gasto real crece”, a la vez que remarcó que “bajar el déficit es un objetivo más allá de la presencia, o no, del FMI”.
Las palabras del ministro se conocieron luego de un fin de semana plagado de especulaciones, donde incluso algunas voces del propio FMI salieron a contradecir el discurso oficial desplegado por el gobierno nacional. Por ejemplo, la número dos del organismo internacional, Gita Gopinath, insistió en que el acuerdo contempla la reducción de los subsidios a la energía de manera progresiva, algo que además “es un tema importante” en la negociación que aún debe concluirse, precisó. Ya el comunicado original del FMI que anunció el arribo a un entendimiento con Argentina sostiene que la reducción de los subsidios a la energía es “fundamental para mejorar la composición del gasto público” del país.
“No es ajuste porque el gasto real no cae, sino que crece. Es decir, no está el Estado quitando recursos de la economía. Al contrario, el Estado seguirá expandiendo recursos hacia la economía”, insistió ayer Guzmán en un reportaje donde aseguró que “se logró que la Argentina pueda llegar a un acuerdo con el FMI sin que haya políticas de ajuste, ni se inhiba la continuidad de la recuperación de la economía”.
“Bajar el déficit es un objetivo más allá de la presencia, o no, del FMI. Porque si tenemos déficit, hay que financiarlo, y hay dos formas de financiarlo: con deuda o emitiendo”, agregó Guzmán respecto a otro de los ítems conocidos del convenio, a la vez que argumentó que “un Estado más fuerte requiere mejor crédito y mejor moneda. Y para lograr eso en la Argentina de hoy hay que bajar el déficit, pero no sobre la base de un ajuste”. Respecto de la inflación, el ministro aseguró que “en este acuerdo se plantea que para atacar a la inflación hay que entender que es un fenómeno que tiene múltiples causas. Y que hay que atacar todas ellas de forma concurrente”.
En las próximas semanas, los equipos técnicos de Argentina y del FMI tendrán una intensa tarea para terminar de dar forma a la Carta de Intención, los Memorándum de Políticas Económicas y Financieras y el Memorándum de Entendimiento Técnico con el organismo, que deberán luego lograr el aval del Directorio del organismo y el Congreso Nacional.
Lo que se conoce hasta ahora indica que el programa de financiamiento que las partes buscan acordar se denomina de “Facilidades Extendidas”, que establece para cada desembolso un período de repago de 10 años, con cuatro años y medio de gracia. En la práctica, significa que Argentina no pagará la deuda con el Fondo hasta 2026, logrando continuar en la senda de la recuperación. A la vez, el total de desembolsos que recibirá la Argentina a través del nuevo programa equivale al monto del préstamo Stand By que ejecutó el gobierno de Mauricio Macri, por más de 44.500 millones de dólares. Los compromisos asumidos tendrán revisiones técnicas cada tres meses, durante dos años y medio. Cada revisión –que finalizarán en el segundo semestre de 2024- estará acompañada por un desembolso, que estará condicionada a la aprobación de la revisión.
Chodos explicó detalles del pacto
El director por el Cono Sur ante el FMI, Sergio Chodos, defendió el convenio al aseverar que “evitó un programa de ajuste”. “En este programa no vas a ver una reforma laboral, una reforma jubilatoria que afecte a la mayoría; sí políticas diseñadas para mejorar el desempeño económico y exportador”, aseveró Chodos, quien indicó que “el total del programa va a exceder un poco para fortalecer las reservas”.
“El acuerdo final va a terminar con un esquema de rangos de inflación”, agregó Chodos y precisó que “a partir de los dos años y medio se termina el esquema de desembolsos. En ese momento se termina esa etapa y se pasa a un intermedio con pagos de intereses pero no de capital y con los equilibrios fiscales y monetario”.
Duras críticas del director del Nación
Uno de los directores del Banco Nación, Claudio Lozano, rechazó con una durísima carta el acuerdo con el FMI al considerar que “garantiza la impunidad” del ex presidente Mauricio Macri y “legitima” la deuda récord contraída en su gestión.
“Lamentablemente la decisión tomada por el gobierno nacional (…), implica legitimar el crédito tomado por el macrismo pese al hecho objetivo de que el mismo ha violado todos los procedimientos administrativos, jurídicos y constitucionales existentes para endeudar al Estado”, indica el texto, que sostiene que “el gobierno nacional ha desistido de denunciar ante los Foros Políticos y judiciales a nivel mundial las múltiples irregularidades en que incurrió el FMI».