La industria textil argentina atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia reciente. Un informe elaborado por la Fundación Protejer advirtió que, en 2025, la actividad del sector se desplomó 40% en relación con 2023, con un fuerte retroceso productivo, cierre de empresas y una significativa pérdida de puestos de trabajo.
El trabajo señala que el deterioro no sólo se explica en la comparación con 2023, sino también frente a 2024, un año que ya había estado marcado por la recesión. En ese marco, la actividad textil se ubicó 24% por debajo del nivel del año pasado, aun tomando como referencia una base de comparación baja.
Según el informe, el sector textil es uno de los más golpeados por el actual modelo económico, en un contexto de caída del consumo interno, apertura importadora y avance del comercio electrónico internacional.
Fábricas semiparadas y ventas en retroceso
Uno de los indicadores más alarmantes es el nivel de utilización de la capacidad instalada, que se ubica en apenas 32,5%. Esto implica que sólo tres de cada diez máquinas están en funcionamiento, un nivel que se encuentra más de 23 puntos porcentuales por debajo de 2023 y más de 15 puntos por debajo de 2024.
Además, este registro representa menos de la mitad del promedio de la industria manufacturera en general, lo que da cuenta de la profundidad de la crisis sectorial.
Las ventas también reflejan el deterioro, con una caída del 7% interanual tanto frente a 2023 como frente a 2024, en línea con la retracción del consumo y la mayor competencia de productos importados.
El desempeño por rubros
El impacto es desigual entre los distintos segmentos, aunque generalizado. En el rubro Prendas de Vestir, la producción cayó 7,7% interanual respecto de 2023 y 12,1% frente a 2024. El informe atribuye este retroceso, de manera central, al crecimiento de las importaciones tras la liberalización del comercio exterior.
En ese proceso, plataformas internacionales como Shein y Temu ganaron una participación creciente en el mercado local, con precios significativamente más bajos que los de la producción nacional.
La situación del calzado es aún más crítica. Las empresas del sector registraron una baja del 21% en relación con 2024 y del 31,6% frente a 2023, afectadas de lleno por el ingreso masivo de productos importados que compiten directamente con la producción local.
Cierres de empresas y pérdida de empleo
El impacto productivo se tradujo en un cierre acelerado de empresas. Sobre un total de 492.223 firmas registradas en el país, desde la asunción del presidente Javier Milei desaparecieron 21.427 empresas, según detalla el informe.
Dentro de la industria manufacturera, que agrupa alrededor de 47.500 compañías, más de 5.000 corresponden a los sectores textil, indumentaria y calzado. Desde 2023 cerraron 114 empresas textiles, 237 firmas de indumentaria y 150 compañías del rubro cuero y calzado.
El impacto laboral acompañó la crisis productiva. El sector pasó de 104.993 puestos de trabajo a perder casi 16.000 empleos, lo que representa una caída del 13,2% del empleo registrado en la actividad.
El rol de las importaciones y el comercio electrónico
El informe de la Fundación Protejer también pone el foco en el esquema de comercio electrónico internacional. Plataformas como Shein, Temu y AliExpress operan bajo el régimen de envíos puerta a puerta, con paquetes fraccionados, menores controles aduaneros y subsidios logísticos desde China, lo que, según la entidad, profundiza la pérdida de competitividad de la industria local.
En ese contexto, la fundación advierte que el sector enfrenta un escenario de fábricas semiparadas, menos empresas activas y miles de puestos de trabajo perdidos, con un horizonte complejo si no se revierten las actuales condiciones macroeconómicas y comerciales.









