El gobierno nacional dio otro paso ayer en su declarada “guerra contra la inflación” en una reunión con las empresas alimenticias donde les anunció un plazo de 24 horas para que justifiquen las subas de precios “inesperadas” y “totalmente fuera de proporción” que aplicaron a sus productos en las últimas semanas.
Así lo anunció el propio ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien explicó que el objetivo será retrotraer los precios de una canasta de alimentos a los valores que tenían entre el 8 y 10 de marzo.
“En 24 horas se va a clarificar cuál es la responsabilidad de la industria y de los intermediarios (en los aumentos de valores) y los precios que se hayan adoptado de manera injustificada tienen que ser retrotraídos hacia 8 o 10 de marzo, que tienen que ver con los esquemas de Precios Cuidados que implementa la Secretaria de Comercio Interior”, explicó el ministro tras la reunión que mantuvo con dirigentes de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y de la asociación de supermercados y comercios mayoristas.
Si bien calificó como “constructiva” a la reunión, al mismo tiempo sostuvo que “hubo algunos momentos de tensión porque había una suerte de negación” por parte de los empresarios sobre los aumentos “especulativos” aplicados en los últimos días.
Durante febrero “hubo subas mucho más importantes que no estamos dispuestos a convalidar, por eso también les dijimos que todos los precios aumentados después de esa fecha se retrotraigan y, si hubiera alguna diferencia, que sea explicada debidamente y por eso estas 24 horas de impasse que seguir dialogando”, agregó el ministro, quien explicó que el Gobierno “apuesta a que estos diálogos terminen de manera fructífera” pero destacó que “si llegara a haber algún faltante no dudaremos en aplicar la Ley de Abastecimiento como hicimos en otras ocasiones”.