El Gobierno argentino afrontará esta semana el pago de US$ 1.400 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI), en base al cronograma de vencimientos fijado en el programa vigente que refinanció el préstamo de US$ 45.000 millones concretado durante la administración de Mauricio Macri.
Mañana vencen unos US$ 692 millones, mientras que el miércoles se deben abonar otros US$ 710 millones, que deberán ser saldados antes de que se complete la cuarta revisión correspondiente al último trimestre de 2022, que finalizará en marzo próximo
El Gobierno argentino cumplió con las metas del último trimestre del año con el FMI, gracias a la implementación del denominado «dólar soja II», ajustes en las cuentas fiscales y a la política de frenar el financiamiento directo del Banco Central al Tesoro. Esto habilitará al organismo multilateral a gatillar en marzo un nuevo desembolso para la Argentina por US$ 5.000 millones.
La cuarta revisión del programa que el FMI mantiene con la Argentina se desarrollará en febrero a nivel técnico, y se espera que la revisión se apruebe en marzo.
Los desembolsos del FMI vienen calzados para que la Argentina pueda afrontar los vencimientos del programa que esta gestión heredó de la administración Macri, que para el corriente año suman compromisos de pago por unos US$ 19.850 millones. Según el cronograma de pagos, con el vencimiento del lunes la Argentina habría afrontado en total en enero unos US$ 2.650 millones.
En base a las metas acordadas con el FMI, la Argentina debía culminar 2022 con una acumulación neta en reservas de al menos US$ 5.000 millones, cifra que finalmente sobrecumplió y que, en base a las estimaciones privadas, «no requerirá de waiver» (perdón) para pasar el examen. No obstante, algunos analistas alertan sobre la existencia de cierta presión sobre la base monetaria y por ende la inflación, como resultado de las políticas aplicadas para cumplir con los objetivos fijados.
«Teniendo en cuenta nuestras estimaciones, las metas de financiamiento monetario al Tesoro, de déficit fiscal primario, de stock de deuda flotante y de acumulación de reservas internacionales, principales dentro del acuerdo, se habrían cumplido», dijo Claudio Caprarulo, director de Analytica. Es decir, «las primeras tres que refieren al ámbito fiscal encauzaron su camino a lograrse a partir del ajuste realizado por el cambio de gestión y la mayor capacidad de rolleo de la deuda en pesos», sostuvo el especialista al dar cuenta la tarea llevada adelante por el ministro de Economía, Sergio Massa, desde agosto último, cuando asumió el cargo.
En cuanto a la acumulación de reservas internacionales netas, «luego del ajuste de la meta de U$S 500 millones que se consideraron pertinentes por el mayor gasto en energía producto de la suba de precios internacionales, la meta se habría sobrecumplido por U$S 495 millones gracias a un fuerte freno sobre las importaciones de la mano de las licencias no automáticas, incentivos de precio a las exportaciones mediante el «dólar soja» y préstamos de libre disponibilidad por parte de organismos internacionales», explicó Caprarulo.
Por su parte, Emiliano Anselmi, economista jefe de la consultora PPI, dijo que gracias al dólar soja, que permitió al BCRA comprar US$ 7.344 millones en sus dos versiones, se alcanzó la meta de reservas. «Estimamos que las reservas netas habrían cerrado el año en torno de US$ 7.650 millones, creciendo en US$ 5.320 millones respecto de fin de 2021. Dado el objetivo requerido, la meta se habría sobrecumplido en US$1.070 millones», consideró.
Asimismo, «la recaudación extra por retenciones derivada del ´dólar soja 2´ habría aportado 0,2% del PBI, y esto podría contribuir a alcanzar la meta de 2,5% del PBI para 2022 o que el desvío sea mínimo (0,2% del PBI)», agregó.