Los primeros números de la economía de marzo muestran que la actividad sigue en franco descenso, a partir de un desplome pocas veces visto del consumo ciudadano, generado por el combo fatal de la disparada inflacionaria del inicio de la gestión de Javier Milei y el congelamiento simultáneo de los salarios, que no acompañan el alza de precios.
Las primeras víctimas son los comercios, cuya facturación volvió a caer en marzo, mientras las tarifas de los servicios públicos se disparan por las nubes. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) reveló ayer que en marzo las ventas minoristas de los comercios pymes registraron una caída del 12,6% frente al mismo mes del año pasado, por lo que acumula un retroceso de 22,1% en el primer trimestre del año. Es más, en la comparación frente a febrero, detectaron una disminución del consumo del 3,2%. Vale recordar que las ventas pymes ya se habían desplomado en enero y febrero un 28,5% y 25,5% anual, respectivamente.
“Los comercios están atravesando meses delicados, con pocas ventas y subas de costos. Especialmente en marzo fue notorio el incremento en los montos de los servicios públicos. Aquellos locales más intensivos en el uso de energía, por ejemplo, como alimentos y bebidas, vieron saltar las cifras en sus boletas de luz. A su vez, las familias vienen cuidando fuertemente sus gastos incluso cuando hay opciones de pagos con tarjetas o en cuotas”, explicó la entidad empresaria en un comunicado.
El índice de Ventas Minoristas Pymes de la entidad mostró que seis de los siete rubros que releva registraron una caída en sus ventas en marzo, en comparación con 2023. La mayor retracción se registró en Perfumería, que sufrió una caída del 27,5% interanual y del 9,1% frente a febrero pasado. En el sector Farmacias, sensible como pocos, las ventas se desplomaron un 21,9% a precios constantes frente a marzo de 2023 y del 3,8% en comparación con el mes anterior. Para Ferretería, materiales eléctricos y materiales de la construcción, las ventas cayeron 19,6% interanual y 4,6% frente a febrero. Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles experimentó una baja del 17,7% anual y 6,7% mensual. Ni siquiera el rubro de Alimentos y Bebidas se salvó de la hecatombe, ya que las ventas se contrajeron 15,5% anual en marzo y 2,7% en comparación con febrero. Solo el sector de textiles e indumentaria, con liquidaciones muy agresivas, escapó a la tendencia general y creció un 10,2%, pero en el contraste intermensual bajaron 0,4%.
Por lo demás, el relevamiento de Came no es el único dato que habla de la profundización de la recesión, ya que la semana pasada se conoció el impacto de este escenario en la recaudación tributaria, donde los ingresos que tuvo el Estado provenientes del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) cayeron un 20% anual real y duplicaron la baja registrada en febrero. Este tributo está ligado directamente al consumo y a la actividad económica.
A este panorama hay que sumar la suba de las tarifas de servicios públicos como el gas, que se comenzarán a sentir con fuerza en las facturas del mes próximo. Agustín Gérez, ex presidente de Energía Argentina SA, advirtió que los aumentos del gas y la electricidad que vendrán son mucho más grandes que los que aplicó el gobierno de Mauricio Macri, al punto que “van a afectar significativamente la vida de los argentinos en todos sus formatos: hogareño, comercial y productivo”. “Este tarifazo que vamos a vivir es sensiblemente mayor (al del gobierno de Macri), no se dio en ningún gobierno. Estamos en antesala de un tarifazo sin antecedentes históricos. El gobierno de Macri es justicia social al lado de este tarifazo”, advirtió el especialista, que explicó que con la introducción de un aumento del 1.000 % en el “cargo fijo” por la prestación del servicio del gas, el aumento del monto de las facturas podría llegar en algunos casos hasta el 5.000%.
Giordano respaldó las reformas libertarias
El presidente del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea, Osvaldo Giordano, aseguró que “el sacrificio de la gente es enorme y en algunos aspectos es mayor al de la crisis de 2002”.
En declaraciones radiales, el ex director ejecutivo de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) subrayó que “la posibilidad de que esto no sea un sacrificio perdido depende de la velocidad con la cual se sea capaz de llevar a la práctica esas transformaciones que necesita el país”.
Y continuó: “Si damos señales claras rápido de que podemos llevar a la práctica esas transformaciones, las soluciones son más rápidas, no para mañana, pero sí se empezará a sentir el alivio a partir de la baja de la inflación y la salida de la recesión”.
En ese sentido, el economista remarcó que “hay que convencer a todos de que estos cambios no son meros títulos, sino propuestas concretas que se pueden llevar a la práctica”. Paralelamente, Giodarno indicó: “La principal debilidad del Gobierno es que ha tenido incapacidad, tanto por razones políticas como de gestión, de implementar estas reformas”.