La actividad industrial de las pymes mostró en septiembre sus primeros números positivos en los 10 meses que van del año, al crecer un 3,7% en la comparación intermensual desestacionalizada frente a agosto, aunque a nivel interanual descendió un 6,6%, la menor caída en el año, de acuerdo al relevamiento elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came).
A pesar del repunte mensual y de la merma en el retroceso interanual, lo cierto es que la industria pyme acumula una retracción del 15,1% en los primeros nueve meses del año frente al mismo período de 2023, un dato que se suma a la fuerte recesión que viven otros sectores de la economía: por ejemplo, según los últimos datos conocidos, los despachos de cemento acumulan en esos primeros 9 meses un 25,2% de caída respecto al promedio 2021-2023; y la producción de autos presenta una retracción del 22,1% en el período, respecto a 2023.
Hilando más fino, el buen dato en la medición frente a agosto se produjo gracias a que cinco de los seis sectores relevados mejoraron su actividad en la comparación intermensual desestacionalizada. Sin embargo, en la comparación anual, los seis sectores tuvieron fuertes caídas, siendo los más afectados “Papel e Impresiones” (-20,7%) y “Alimentos y Bebidas” (-8,3%); mientras que “Maderas y muebles” fue el ramo que menos se retrajo (-0,6% anual).
El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) también arrojó que el uso de la capacidad instalada continúa siendo muy bajo, ya que se ubica en el 60,6%. Desde Came explicaron que esto es “consecuencia de una actividad que sigue deprimida, especialmente en textil e indumentaria, donde se ubicó en apenas 54,6%”. Ante este contexto, que golpea en mayor medida al sector textil, la organización advirtió que “ese es justamente uno de los principales rubros con problemas para pagar salarios, según el 24,1% de las respuestas”.
La problemática también afecta a los rubros metal- mecánico, alimenticio y de químicos. Desde la entidad gremial-empresaria indicaron que “se observa que las presiones se concentran principalmente en sectores intensivos en mano de obra y con alta exposición a costos variables volátiles”.
En el relevamiento se reflejó que los principales obstáculos que enfrenta la industria son “la falta de ventas, que representa el 41,3% de las respuestas y continúa en el primer puesto, junto con los altos costos de producción y logística, que constituyen el 36,5%”. Asimismo, reveló que “la medida más destacada que esperan las industrias pymes es la reducción de impuestos (nacionales y provinciales) y de tasas municipales”, al precisar que “ese reclamo conjunto representa el 59,8% de las respuestas, seguida por el estímulo a la demanda interna con un 13,9%”.
El turismo cayó en agosto
Durante agosto, en pleno auge de la temporada de invierno, y con nieve en todos los centros de esquí, el país registró una baja interanual del 11,8% en la cantidad de viajeros que pasaron sus noches en hoteles y otros albergues, al alcanzar a 1.400.000 de turistas, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
El organismo reveló también que se registró un fuerte descenso del 13,7 % en la cantidad de noches que estos turistas pasaron en el país, en comparación con agosto de 2023. La retracción afectó tanto a los viajeros residentes (con una baja del -15%) como a los no residentes (-9%), según informó el Indec.
Dos consultoras advirtieron además que, por la paridad del dólar y los “escasos incentivos” para tomarse vacaciones dentro del país, el sector dejará un déficit de US$ 2.700 millones y “un futuro incierto” para los hoteles y empresarios locales.
Crece el trabajo en negro
La informalidad laboral no es un problema nuevo en la economía argentina, pero sí se está agravando. Según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), la cantidad de asalariados informales pasó del 42% al 43% en el último año, lo que representa un incremento de 132.000 personas que trabajan pero no aportan al sistema jubilatorio.
En contraste, se perdieron unos 147.000 trabajos en blanco en el mismo período. Ocurre que, según los datos oficiales, en el segundo trimestre de 2023 se contabilizaban 12.874.000 trabajadores asalariados, de los cuales 7.434.000 eran registrados y 5.440.000 eran informales.
Un año más tarde, en igual período de este año, el universo de asalariados se achicó a 12.859.000 personas, producto de un decrecimiento notable de la cantidad de trabajadores formales (147.000 menos) y un crecimiento de la cantidad de trabajadores no registrados (hay 132.000 más).