En medio de una tensa calma, con una curiosa mezcla de esperanza e incertidumbre, el gobierno nacional continuaba ayer con las negociaciones febriles con los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para cerrar un acuerdo por la refinanciación de la deuda por 44.000 millones de dólares contraída por la gestión de Cambiemos, con el vencimiento de 731.000.000 de dólares de intereses programado para hoy como espada de Damocles.
Si bien las negociaciones se realizaban en un estricto hermetismo –al punto que nadie aseguraba que Argentina no entrará hoy en default con el citado vencimiento-, la sensación general era de esperanza. “Ya estamos discutiendo por décimas”, revelaron por la tarde fuentes oficiales al diario Clarín, para justificar la estrategia oficial de supeditar la decisión de pagar el vencimiento de hoy a la aceptación por parte del FMI de que Argentina reduzca recién en cinco años el déficit fiscal.
Los voceros más cercanos a Fernández se mostraban “optimistas” de que la negociación llegará a buen puerto, aunque al mismo tiempo admitían que la definición se postergaría al filo del vencimiento de hoy. “Hay decisión política y vocación de pagar”, anticipó empero el jefe de Gabinete, Juan Manzur (ver en página 3), mientras la vocera de la Presidencia, Gabriela Cerruti, dijo que el Gobierno busca alcanzar el “mejor acuerdo” con el FMI, en negociaciones que “avanzan hora a hora”, e insistió en que “Argentina no va a aceptar ningún acuerdo que comprometa la senda del crecimiento”.
El propio Alberto Fernández se había puesto además al frente de las negociaciones, al punto que ayer mantuvo un diálogo por zoom con Kristalina Georgieva, titular del FMI. Incluso anoche, al cierre de esta edición, el Presidente se había reunido con el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, en la Casa Rosada. Algunos medios incluso ya aventuraban que los técnicos del FMI habrían aceptado ceder un poco más en sus exigencias de ajuste, lo que empujó las versiones de acuerdo, que las mismas fuentes oficiales se encargaban de relativizar. “Estamos más cerca, pero todavía no hay acuerdo”, afirmaban. Lo cierto es que anoche, al cierre de esta edición, se conoció que el FMI convocó para hoy a las 8 (hora en Washington) a una reunión virtual en la que el staff técnico del organismo informará a la junta directiva sobre el estado de las negociaciones con Argentina, lo que sugiere que habría al menos un principio de acuerdo entre las partes.
“(La negociación) no es sólo por el déficit, sino por un montón de números que se discuten al mismo tiempo. Y el Fondo no es inflexible: ya cambió mucho en este tiempo”, anticiparon las fuentes cercanas al jefe de Estado, que insistieron en que la diferencia es “por décimas” y “no por puntos”. “Por primera vez sentimos que ellos también quieren llegar a un acuerdo”, completaron los informantes, que anticiparon que el pacto que se discute permitiría que el Gobierno tenga tres años de gracia antes de comenzar a pagar la deuda heredada de Cambiemos. Un dato alentador respecto al acuerdo es que, al anochecer, los operadores del mercado se abalanzaron al premarket para comprar bonos de la deuda argentina, descontando la firma del acuerdo.