El cambio de localización de la planta de GNL (gas natural licuado) que estaba previsto se instale en Bahía Blanca pero que ahora se ubicará en Punta Colorada, provincia de Río Negro, desató una verdadera tormenta política en medio del enfrentamiento del presidente Javier Milei con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
El propio jefe de Estado salió a celebrar en la noche del martes la decisión tomada por la petrolera estatal de reubicar la megaobra, realizada junto a la malaya Petronas, que prevé una inversión por US$ 30.000 millones –la mayor hasta el momento en la historia argentina-, al relacionarlo con su negativa a adherir al Régimen de Grandes Inversiones (Rigi). “A él (por Kicillof) le gusta jugar al zurdito, listo, las consecuencias las va a pagar la provincia de Buenos Aires. Que los bonaerenses sepan que no es gratis tener a un comunista al frente”, había advertido hace dos semanas Milei al revelar que la petrolera estatal analizaba reubicar la planta de GNL en Río Negro.
“Me parece bastante natural lo que ha pasado, había una provincia que se movió rápido y adoptó el Rigi, con una postura pro-producción y pro-inversión y otra refractaria. ¿Quién fue el caprichoso? ¿Cómo justifica no adoptar un régimen que atrae inversiones?”, ratificó ayer el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien añadió que “la provincia de Buenos Aires no adhirió al Rigi, habría que preguntarle a Kicillof por qué no adhirió, lo evaluarán los bonaerenses cuando haya elecciones”.
La respuesta no tardó en llegar y el propio gobernador atribuyó a un “capricho” y a una “irresponsabilidad” del presidente Milei la decisión de YPF de construir la planta en Río Negro y no en Bahía Blanca, como estaba previsto inicialmente. “Estamos ante un hecho de enorme gravedad. Una irresponsabilidad del Presidente que está poniendo en riesgo un proyecto en el que estamos trabajando hace 10 años. Nos pueden decir que es por conveniencias técnicas pero, después de todo lo que publica Milei (en las redes), esta es una decisión política, caprichosa, ideológica y absolutamente arbitraria”, expresó Kicillof.
“La localización de la planta de GNL no se definió por la adhesión o no de la provincia de Buenos Aires al Rigi: si la empresa entra el Rigi nacional ya obtiene los beneficios impositivos y jurídicos (…) más allá de que la provincia adhiera o no”, explicó y añadió que el CEO de YPF Horacio “Marín me comunicó que la decisión no tenía nada que ver con el Rigi provincial. Dada la gravedad del tema, espero y exijo que ratifique públicamente lo que me expresó en privado”.
“Se parece mucho a una decisión de un sistema de casta”, agregó el intendente de Bahía Blanca, Federico Susbielles, quien señaló que “hubo un proceso de toma de decisiones claramente alterado por la política”. “La verdad es que en la decisión más importante de la Argentina de las últimas décadas uno esperaba mayor profesionalidad. Debo decir que esta decisión se parece mucho a una decisión de un sistema de casta que, en teoría, en la Argentina tenemos que erradicar si queremos ser un país serio, previsible y que nos proyecte hacia el futuro”, agregó.
“Milei le sacó a la PBA la planta de GNL por fanatismo ideológico. Nos gobierna un resentido al que no le interesan los argumentos, tampoco razones técnicas”, escribió la diputada y economista Julia Strada (UxP) en X, donde explicó siete razones por las que “YPF había elegido el puerto de Bahía Blanca para hacer el proyecto de GNL”.
Las petroleras explicaron la decisión
Ante la intensidad de la polémica generada por la decisión de encarar la mayor inversión de la historia de Argentina en Río Negro y no en la provincia de Buenos Aires, como estaba previsto originalmente, las petroleras YPF y Petronas brindaron argumentos para explicar la decisión.
Se trata de una inversión de al menos US$ 30.000 millones para la instalación del proyecto “Argentina LNG” (gas natural licuado) en Sierra Grande, Río Negro, en vez de en Bahía Blanca, Buenos Aires. En un comunicado, las compañías destacaron que Río Negro tiene “mejores aspectos económicos para el proyecto, aún si Buenos Aires igualara los beneficios fiscales”.
También, dijeron que la provincia sureña tiene como ventaja que podrá poner en desarrollo un puerto de “aguas profundas” donde ingresen barcos “superpetroleros” de gran tamaño y bajen el costo del transporte, además de su mayor cercanía con la formación de “shale gas2 Vaca Muerta.