El Gobierno afrontó una fuerte suba en las tasas de interés, que alcanzaron un récord con la tasa de caución tocando el 80% anual. Esta alza refleja la creciente escasez de pesos en el sistema financiero y la elevada demanda de financiamiento urgente.
El origen del fenómeno está vinculado a la eliminación de las Letras del Tesoro LEFI, que liberó entre 10 y 15 billones de pesos sin un destino claro. La reinversión en Lecaps fue menor a la esperada, y bancos prefirieron mantener liquidez o elegir instrumentos más cortos y seguros.
Según analistas de Criteria, la salida de las LEFI marcó “la salida definitiva de los pasivos remunerados del BCRA y el avance hacia un esquema monetario basado en el control de agregados, con tasas determinadas de forma endógena”.
La tasa de caución terminó en un 45,6% TNA, mientras que las Lecaps cortas superaron el 5% mensual efectivo. Esta suba generó una caída del dólar minorista a $ 1.275 y un alivio en el mercado cambiario, aunque elevó el costo del crédito.
Salvador Vitelli, de Romano Group, indicó que se requieren “más de $ 600.000 millones para absorber la liquidez liberada”. El Tesoro preparará una licitación clave para retirar pesos y estabilizar las tasas.
La estrategia oficial logró contener la cotización del dólar a costa de un mayor costo financiero, lo que podría afectar la actividad económica si la tendencia persiste.
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