El Gobierno nacional confirmó ayer los nuevos montos del impuesto a las Ganancias, a través de un decreto que saldría publicado hoy donde estableció que a partir de los sueldos devengados en mayo (lo que se cobra entre fines de mayo y principios de junio), solo pagarán el tributo las remuneraciones brutas que superen los 506.230 pesos.
Desde enero de 2023, no pagaban Ganancias las remuneraciones brutas mensuales hasta los $ 404.062, pero con el nuevo piso no corresponderá retención alguna del tributo cuando el salario bruto no supere los $506.230, inclusive (un monto que equivale a un sueldo neto de aportes a la seguridad social de $420.170,90).
Asimismo, en aquellos meses en que la remuneración bruta del mes supere los $506.230 y resulte inferior o igual a $583.851, los agentes de retención computarán una deducción especial incrementada (es decir, el salario hasta el cual se descuenta un monto adicional a los previstos originalmente por la ley antes de calcular el tributo).
Según el Ministerio de Economía, la modificación permitirá una reducción del total de trabajadores que pagan el impuesto, ya que se beneficiarían aproximadamente 250.000 empleados en relación de dependencia. “A partir de mayo hemos decidido aumentar el piso por el cual se comienza a pagar el Impuesto a las Ganancias a 506.230 pesos, llevando alivio fiscal a más de 250.000 trabajadores que dejarán de pagarlo cada mes”, anunció Sergio Massa en Twitter.
“Junto con este nuevo incremento interanual del 125% del piso de Ganancias, en abril avanzamos para que las horas extras, los viáticos y los bonos por productividad, entre otros conceptos, no estén alcanzados por el impuesto. Un beneficio para 600.000 empleados”, agregó el ministro de Economía. “Este nuevo alivio fiscal es clave para que el impuesto no afecte los aumentos salariales y son parte de nuestro compromiso constante por mejorar el poder adquisitivo y de compra de la gente”, completó Massa.
Sin embargo, el CEO en Estudio Lisicki, Litvin & Asoc., César Litvin, dijo que el aumento del piso de Ganancias para los asalariados es “una medida de alivio transitoria y que produce importantes distorsiones”.
“El nuevo piso es de $506.230 brutos, que equivale a un sueldo de bolsillo de $420.170. Es decir, que aquellos asalariados que están por debajo de ese monto, a partir de mayo dejarán de pagar Ganancias hasta que por alguna recomposición salarial se supere ese nivel y vuelvan a tributar. En casos de trabajadores que tienen una retribución cercana al piso y les ofrezcan hacer horas extras o ascensos de jerarquía, el mayor esfuerzo o responsabilidad se traduce en pagar Ganancias, y en ocasiones terminaran cobrando menos dinero que antes por efecto del impuesto. Esta distorsión desmotiva de manera contundente al trabajador”, explicó Litvin, quien agregó que “la pésima técnica utilizada de aumentar solo el piso y mantener los mínimos no imponibles, cargas de familia y las tablas de alícuotas a valores de octubre de 2022 genera estas distorsiones, porque quien supera el piso ya empieza a pagar con las alícuotas superiores cercanas al 35%”.
Preocupa la caída de las reservas
Los incentivos para las exportaciones del agro no son suficientes para que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) consiga comprar divisas.
Los activos de la entidad acumulan una caída de US$ 10.458 millones o 23,5% en lo que va del año, desde los US$ 44.588 millones del cierre del año pasado a US$ 34.130 millones el último jueves, el stock más bajo desde el 11 de octubre de 2016, casi siete años atrás.
Un informe de Iván Carrino y Asociados enfatizó que “el BCRA cerró abril con una caída de US$ 2.582 millones en el nivel de reservas internacionales. Habiendo iniciado enero con un total de US$ 44.607 millones, perdió US$ 8.129 millones en lo que va del año”.
La disminución de reservas brutas de este año no tiene precedentes de la misma magnitud en términos absolutos o relativos para un arranque del año. Está por encima del máximo anterior, de 2001, cuando entre el 2 de enero y el 5 de mayo retrocedieron en US$ 7.196 millones o 21%.
Una de las razones de esta caída es el menor ingreso de divisas: según el último relevamiento de la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara), considerando solo los tres principales cultivos de la Argentina, la sequía se llevó 50 millones de toneladas. Lo que representa una merma del 43% en el volumen de producción.
Las estimaciones detallan que la baja en el ingreso de divisas se puede estimar en US$ 18.777 millones, considerando la menor producción y saldos exportables. Solo en el primer cuatrimestre de este año, el ingreso de divisas (US$ 5.237 millones) acusó una baja real de US$ 5.861 millones con respecto a igual periodo de 2022 (US$ 11.098 millones).