Un equipo económico encabezado por el ministro Martín Guzmán busca llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Podría expresarse que de lo que surja de éste, se desenvuelva gran parte del futuro de la economía argentina.
Pero cabe recordar que se requiere que varias condiciones se cumplan para lograr un resultado positivo. Una de esas condiciones es que el gobierno de Alberto Fernández debe dar su consenso. En el Congreso esto también será fundamental y allí aparecen los cruces más duros.
Dadas las expectativas en alza por esta situación, desde las diferentes cámaras empresariales esperan con ansias que Guzmán llegue a concretar su objetivo con el FMI ya que lo que surja de este acuerdo dejaría en una posición más holgada al país, pero también, según afirman, traería un poco más de certidumbre a comercios.
En este marco, desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) también realizaron su aporte aunque pusieron algunos reparos ante el panorama que puede darse tras la firma.
Alfredo González, presidente de la entidad, indicó la «necesidad» de que esta situación se resuelva de forma favorable ya que esto permitiría «contar con un camino de certidumbre en el manejo de la deuda», pero subrayó que cualquier entendimiento al que se llegue con el organismo «no debe sofocar la recuperación que se advierte en varios sectores de la economía».
En este sentido, el dirigente empresarial consideró clave alcanzar un trato “que establezca un período de gracia de entre 4 y 5 años para poder, en el corto plazo, reorientar importantes recursos financieros a la consolidación y crecimiento de la economía de nuestro país».
«Sin dejar de lado el largo plazo, en el que resulta relevante la cláusula de Nación más favorecida, ante la posibilidad de mejora que se otorgue a cualquier país o categoría de países en el futuro”, agregó en un comunicado.
A su vez, el titular de CAME sostuvo que «los compromisos de deuda deben ser abordados de manera responsable para que su cumplimiento permita ordenar la macroeconomía y retomar el lugar de la Argentina en los mercados internacionales. Eso sólo se logra si el país puede afrontarlos de manera sostenida, con crecimiento y desarrollo interno».
Señaló que «la recuperación que puede observarse en algunos sectores de la industria, el turismo y los servicios exhibe aún fragilidad y cualquier intento por aumentar la presión tributaria apagará esa reactivación».
González recordó que “cerrado el tercer trimestre del año se ha logrado superar en un 5% el nivel de actividad general que existía en el momento en que irrumpió la pandemia, incluso con sectores que, como la industria o la construcción, operaron este año en promedio 5,5% y 2,4% por encima de 2019”.
Además, dijo que la resolución a la que se llegue con el Fondo debe contar con la aprobación tanto del oficialismo como de la oposición: «El endeudamiento argentino es serio y compromete muchos años, lo que excede a más de un gobierno y exige a la dirigencia un compromiso conjunto», manifestó.
«El entendimiento con el FMI da certidumbre a la macroeconomía, lo que inexorablemente impacta en la micro; lo que necesitamos es balizar un camino de crecimiento, estabilizar precios y reducir la presión tributaria para generar recursos genuinos que se vuelquen al mercado interno, aumentar las exportaciones y generar más divisas que permitan afrontar los pagos de la deuda», concluyó.