La decisión del Gobierno nacional de bajar en forma temporal las retenciones agrícolas tendrá un costo fiscal de US$ 800.000.000, según estimaron en la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. La medida tendría un impacto en los precios y un impulso para las economías regionales, según estimaron los especialistas.
La decisión regirá desde hoy hasta el 30 de junio próximo, e incluirá al maíz, trigo, girasol, soja y sus derivados. La iniciativa oficial incluye la eliminación permanente de gravámenes para las economías regionales que tenían retenciones desde el 2,5% hasta el 5% como máximo, entre las que estaban el azúcar, algodón y arroz, en un contexto de precios internacionales bajos y alta carga tributaria.
En tanto, las alícuotas de los derechos de exportación a la soja bajarán de 33% a 26%; las de los derivados de la soja se reducirán de 31% a 24,5%; en el caso del trigo la baja irá del 12% a 9,5%; en la cebada de 12% a 9,5%; para el sorgo será de 12% a 9,5%; para el maíz de 12% a 9,5%; y en el caso del girasol irá de 7% a 5,5%.
Andrea Sarnari, titular de la Federación Agraria Argentina, afirmó que la baja de retenciones al campo por parte del Gobierno “es una buena señal” y que sabían que las retenciones “no se iban a quitar de un día para el otro”. “Quitar gradualmente las retenciones le permitiría al pequeño productor acomodarse mejor y al Estado seguir recaudando hasta que se terminen definitivamente”.
Por otra parte, la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (Capeca) y la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (Capip) expresaron su “sorpresa y profunda preocupación por haber sido excluidos” de la quita de retenciones a las economías regionales y advirtieron que enfrentan “una situación de quebranto inminente”. Las cámaras pesqueras indicaron que la actividad “es actualmente la principal economía regional del país” y, debido a la caída del precio internacional, los altos costos de la actividad y la elevada carga tributaria,, la actividad se encuentra atravesando un duro momento.
Críticas de las “fintech” a Ingresos Brutos
La Cámara Argentina Fintech cuestionó la “alta carga tributaria” que las provincias y áreas técnicas de la administración nacional van a implementar, ya que “representa un cepo para el desarrollo”.
“La decisión de ciertas provincias y áreas técnicas de la Administración Nacional de incrementar impuestos distorsivos, como Ingresos Brutos o los Débitos y Créditos (IDC) sobre flujos de fondos de terceros, representa un cepo para el desarrollo”, alertó la Cámara en un comunicado.
Además, explicó que el único freno a la digitalización de la economía “es el peso fiscal” que se aplica sobre las “personas y comercios que optan por pagar o cobrar con medios electrónicos”.
Las Fintech sostuvieron que Ingresos Brutos “es un impuesto distorsivo y voraz, dado que se tributa sobre los montos facturados y no sobre la utilidad”. Y agregaron: “Esto significa que una empresa, aunque perdiera dinero, de pagarlo. En los últimos meses, algunas Provincias optaron por subir alícuotas para sumar más presión impositiva, que en algunos casos llegan al confiscatorio 16,5%”.