Una mujer de China de apellido Fu publicó un gracioso y extraño “huevo precioso” en la plataforma china Douban. Los medios de comunicación no tardaron en contactar con la mujer que contó con detalles la situación.
Cuando Fu era pequeña e iba a la primaria, su madre le había cocinado un huevo para que lo comiera en la escuela. Pero ella se lo olvidó. Después de un tiempo lo encontró con tonos rojizos y lo guardó dentro de un joyero.
Ese inocente acto tendría sus resultados dos décadas más tarde. Fu se hizo adulta y se mudó sola, lejos de la casa de sus padres. Fue su madre, luego de 20 años, quien lo encontró de nuevo en el joyero y reconoció que era asombroso. El huevo no estaba podrido en absoluto, sino que seguía manteniendo su suavidad y estaba lleno de grietas por todas partes.
El rojo siguió presente, solo que ahora se asemeja a una piedra preciosa por el resto de los colores que tiene, como rosa o naranja.