El dramaturgo uruguayo Jacobo Langsner, nacido en Rumania y radicado largamente en la Argentina murió ayer a los 93 años, tal como confirmó Argentores. El escritor logró una extensa trayectoria en el teatro y es autor de grandes éxitos en el cine de nuestro país como es el caso de Esperando la carroza”. También es el responsable de títulos como Darse cuenta”, El agujero en la pared” y Besos en la frente”, entre otros filmes.
Langsner inició su carrera a principio de la década del ‘50 a partir de su participación en la escena teatral independiente uruguaya, con títulos como El hombre incompleto”, La rebelión de Galatea”, Los ridículos” y El juego de Ifigenia”. Durante muchos años, Langsner integró en Montevideo la comisión directiva y el comité de lectura de Club de Teatro, grupo independiente fundado en mayo de 1949. En 1956 viajó a Buenos Aires, invitado por su coterráneo Román Viñoly Barreto, y donde redactó libretos para radio y televisión. Regresó brevemente a Montevideo, donde firmó guiones para TV, pero en 1968 volvió a radicarse en la Argentina y a partir de entonces sus abundantes creaciones teatrales le permitieron construir una valiosa trayectoria en el medio.
En 1962 estrenó con la Comedia Nacional uruguaya Esperando la carroza”, su obra más famosa, la cual tuvo una versión televisiva en un capítulo de Alta comedia” y algunas adaptaciones teatrales, aunque debería esperar hasta mediados de los 80 para su consagración en el cine. En Buenos Aires continuó con su actividad hasta alcanzar el reconocimiento general con El tobogán”, a la que se sumó en 1973 La gotita”, un texto muy ingenioso protagonizado por Luis Brandoni y Marta Bianchi, oportunidad en que refiriéndose a él se lo llamó el Neil Simon criollo”.
En 1975, al integrar las listas negras de la organización terrorista Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) junto a actores, directores, dramaturgos y otros intelectuales, el escritor se exilió en Madrid, donde también llevó al teatro el que sería su texto más reconocido, junto con Paternóster”. Su regreso al país coincidió con la vuelta de la democracia y le deparó su etapa de mayor reconocimiento popular, con una gran cantidad de títulos propios en el cine, en muchos casos con la participación de su gran amiga China Zorrilla.
Sin embargo, fueron los diálogos creados en Esperando la carroza”, dirigida por Alejandro Doria, los que le valieron su trabajo más aclamado, algo ratificado en el gran número de latiguillos extraídos de ese libreto por el habla popular. De ese título también surgió el personaje de Mamá Cora, creación que Antonio Gasalla interpretó desde entonces bajo el nombre de La Vieja”, con el cual ha recorrido espectáculos teatrales y shows de televisión.
El trabajo de Langsner fue merecedor de galardones en el rubro teatral, cinematográfico y televisivo, aunque seguramente nada se compare al hecho de que miles de argentinos sean capaces de reproducir de manera textual muchos de sus diálogos. Entre otros, recibió el Premio Florencio Sánchez, otorgado por los críticos de Montevideo a El tobogán”, y, en la Argentina, el María Guerrero a Otros paraísos”, estrenada en el San Martín por Norman Briski y Cristina Banegas, el Argentores para Una corona para Benito”, y el Cóndor de Plata por Darse cuenta” y Esperando la carroza”, más un Martín Fierro por Atreverse”.