La entrega de premios del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata confirmó anoche lo que ya se intuía en el éter invisible del universo virtual en que se desarrolló la 35 edición, que se volvió la más importante para la historia de Córdoba. Si bien los premios constituyen una instancia relativa para validar la calidad de un filme, lo cierto es que nuestra Provincia nunca se trajo tantos galardones del encuentro marplatense: casi todas las películas participantes en las competencias oficiales merecieron algún reconocimiento, algo que no es casualidad pues todas ostentaron a su modo una calidad infrecuente en el encuentro de la ciudad feliz (hasta se diría que Un cuerpo estalló en mil pedazos”, de Martín Sappia, la única que se quedó sin galardones, merecía otra suerte).
El protagonismo absoluto se lo llevó Esquirlas”, de Natalia Garayalde –habitual columnista de HOY DÍA CÓRDOBA-, quien en su debut como directora se alzó con el premio oficial a la Mejor Dirección de la Competencia Argentina de Largometrajes, además de varios premios no oficiales, sección donde literalmente arrasó: se llevó el reconocimiento a la Mejor Película Argentina otorgado por la Asociación de Cronistas Cinematográficos (ACCA), el premio a la Mejor Ópera Prima dado por la Asociación de Directores de Cine PCI, a la Mejor Película de Perspectiva de Género y una Mención Especial por su Edición, para Julieta Seco y el citado Martín Sappia, director de Un cuerpo…” que mereció este reconocimiento. A su vez, dentro de la misma Competencia Argentina de largos, Las motitos”, de Inés Barrionuevo y Gabriela Vidal, se llevó el premio Patacón a Mejor Actriz para Carolina Godoy y el premio que otorga la Asociación Argentina de Sonidistas Audiovisuales al Mejor Sonido, para Atilio Sánchez.
Ya en el apartado de cortometrajes, el jovencísimo director Pablo Martín Weber, flamante egresado de la UNC, se llevó el Premio Astor Piazzolla al Mejor Cortometraje de la Competencia Argentina, máximo galardón de la sección oficial, con su particularísimo Homenaje a la obra de Philip Henry Gosse”, que también ganó dos premios respectivos en la sección independiente, con el premio a Mejor Corto que otorga el Fondo Nacional de las Artes y el premio homónimo que elige el Banco Nación, Lahaye Media y Pomeranec Sonido. Para completar el podio, el cortometraje Distanciades”, de Paula Arancibia Bravo, también estudiante de la UNC, mereció una Mención Honorífica del jurado del Premio Georges-Méliès al Mejor Cortometraje Latinoamericano con temática de diversidad.
De esta manera, en una edición insólita donde Mar del Plata consiguió mantener su estándar de calidad en la programación y las actividades paralelas pese a las dificultades de la pandemia, Córdoba brilló con luz propia gracias al talento de sus directoras y directores, que se siguen renovando en un contexto de mayor equidad, pues este año participaron en igualdad numérica tanto hombres como mujeres. Un reconocimiento merecido y una noticia para celebrar en un año durísimo para la comunidad cinematográfica local.
Por lo demás, el documental español «El año del descubrimiento», de Luis López Carrasco, fue elegida como la Mejor Película de la Competencia Internacional, mientras que el argentino Nicolás Prividera se llevó el premio al Mejor Guion por «Adiós a la memoria», la actriz María Villar se impuso en la categoría Mejor Interpretación por su notable papel en «Isabella», de Matías Piñeiro, quien además ganó el reconocimiento a la Mejor Dirección de la sección, mientras que la debutante coreana Yoon Dan-bi obtuvo el Premio Especial del Jurado por «Moving on».