Ayer por la mañana, en la Sala de las Américas del Pabellón Argentina, de la Universidad Nacional de Córdoba se llevó a cabo el acto de entrega del premio Universitario de Cultura “Centenario de la Reforma Universitaria” al músico e historiador cordobés Carlos Di Fulvio.
Dueño de una extensísima trayectoria artística, Di Fulvio se destaca como guitarrista autodidacta, poeta, compositor, arreglista instrumental, investigador folklórico e histórico. Sus obras fueron interpretadas y grabadas por diferentes artistas de la música popular argentina recibiendo notables distinciones, tanto en el país como en el extranjero.
“Por su extraordinaria trayectoria, participación y aporte a la cultura, y su valioso legado al patrimonio cultural argentino la UNC, a través de la subsecretaría de Cultura, decidió entregarle este reconocimiento”, expresaron desde la organización.
El subsecretario de Cultura de la UNC, Pedro Sorrentino, manifestó su satisfacción por la concreción de este homenaje: “Estamos muy complacidos por, finalmente, haber podido entregar esta distinción que tanto anhelábamos. Luego de dos años de pandemia muy duros para todas las personas, pero que pegó muy fuerte en el campo artístico y cultural, volver a la presencialidadpara hacer este reconocimiento nos llena de dicha y orgullo”.
Luego de la entrega del diploma correspondiente por parte del rector Hugo Juri, Di Fulvio, confesó que creía estar más preparado para estas situaciones, sin embargo, el afecto lo desbordó. “Con este premio la verdad es que me he sentido más cordobés que nunca, por eso es enorme mi agradecimiento”, afirmó.
El músico dedicó el premio a sus seres queridos, familia, esposa y al público, y recordó especialmente a sus padres, «quienes siempre desearon que obtuviera un título universitario», confesó. “Lamento su ausencia, para ellos era tan importante este lugar. Sin embargo, este juglar que hoy ven aquí tan mal no hizo las cosas, o al menos eso parece”, ironizó.
Al momento de recordar cómo fueron sus primeros pasos en la carrera artística, Di Fulvio consideró: “Imagino que ya viene en la sangre. La guitarra ha sido para mí un instrumento muy familiar desde pequeño, incluso antes de tocarla. De la mano de mi abuelo y mis tíos recorrí el campo siempre acompañado de la guitarra, ellos me transmitieron el amor por la música”.
Por último, Di Fulvio propuso una reflexión: “Si alguien me preguntara qué es la vida diría una sorpresa, pero en el real y entero sentido de la palabra”, al tiempo que explicó: “Imagínense que hoy podría estar haciendo algunas de mis rutinas como leer, escuchar música o acompañar a mi esposa y sin embargo me encuentro aquí, sopesando el valor de mi carrera, en pleno mayo, después de 83 largos trancos, pero con la estrella viva, en un acto de tanta importancia para mí”.