No vi Elio. Todavía no. Pero bastaron dos minutos de tráiler, una canción de Queen y una frase al final para que algo en mí se moviera. “Buscamos soñadores e idealistas por el universo”, dice la voz en off, y tuve la sensación de que no era solo una línea del tráiler, sino un guiño para todos los que alguna vez nos sentimos fuera de lugar.
Hoy, 19 de junio, Elio llega a los cines argentinos de la mano de Disney y Pixar. Su protagonista, Elio Solís, es un niño de ascendencia latina con una imaginación desbordante y una convicción entrañable: sueña con ser abducido por extraterrestres. Huérfano y criado por su tía Olga, Elio cree que, quizá, en otro planeta encuentre lo que en la Tierra parece faltarle. Su deseo se vuelve realidad cuando es teletransportado por error al Communiverse, una organización galáctica donde lo confunden con el embajador de la Tierra. Así comienza una aventura que, según sus creadores, trata sobre formar vínculos, abrazar lo desconocido y descubrir quiénes somos realmente.
Aunque aún no la vi, hay algo en esta historia que ya emociona. Pixar tiene ese don: transformar ideas simples en relatos que nos atraviesan. A través del humor, la ternura y el sci-fi, Elio parece hablarnos de la infancia, la pertenencia y el anhelo universal de ser vistos y comprendidos. ¿Quién no sintió alguna vez que quería escapar? ¿Quién no fantaseó con otros mundos posibles?
Más allá de su historia, la película también representa. Elio no solo es latino, sino que vive en un hogar donde se respiran detalles culturales familiares. Su tía Olga, interpretada por Zoe Saldaña en la versión original, es una figura fuerte, tierna y protectora. Además, Elio usa un parche en el ojo, y ese detalle fue aplaudido por comunidades con debilidad visual por mostrar diversidad desde un lugar respetuoso y natural.
Visualmente, Elio deslumbra. Los escenarios del Communiverse están inspirados en criaturas del fondo marino y organismos microscópicos, lo que da lugar a paisajes brillantes y texturas irreales. A nivel técnico, Pixar estrena nuevas herramientas de animación e iluminación que refuerzan el clima galáctico y emocional de la película. En Latinoamérica, un bonus emocional: el dúo argentino Miranda! interpreta “Quiero ser tu amigo”, una canción compuesta especialmente para el film que suena en los créditos finales. Habla de la amistad entre Elio y su nuevo amigo alienígena, Glordon, un personaje expresivo y tierno que, sin ojos, logra conmover solo con sus movimientos.
Entonces, ¿por qué ir al cine a ver Elio? Porque hay historias que vale la pena vivir en pantalla grande. Porque, en medio del ruido, mirar una película también puede ser una forma de escucharnos. Porque las películas animadas no son solo para chicos: nos devuelven algo que muchas veces perdemos en la adultez. Y porque el cine sigue siendo ese espacio donde reír, emocionarse y soñar con otros no requiere explicación.
Elio ya está en cartelera. Y aunque aún no la vi, siento que la estoy esperando desde hace rato. A veces, no hace falta conocer toda una historia para saber que va a quedarse con vos mucho después de los créditos.