Expertos en diversas áreas de la salud y el bienestar han compartido a lo largo del tiempo valiosas recomendaciones sobre cómo vivir una vida más feliz y plena. Una recopilación de estos consejos, extraídos de entrevistas realizadas por una redactora de la sección Well de The New York Times, revela enfoques prácticos y sorprendentes para integrar la felicidad en el día a día.
Los consejos más destacados incluyen:
- Crear Rituales Poco Convencionales: Los pequeños rituales pueden infundir ligereza y significado en la vida cotidiana, según Michael Norton, científico del comportamiento y autor de The Ritual Effect. Es posible diseñar rituales para casi cualquier situación. Un ejemplo es la práctica familiar del «Pastel de carne feliz», que involucra poner velas y cantar una versión adaptada del «Cumpleaños feliz» para hacer este plato más emocionante.
- Fomentar la Conexión con Generaciones Más Jóvenes: Margareta Magnusson, autora nonagenaria de The Swedish Art of Aging Exuberantly, define la felicidad de forma sencilla como rodearse de gente joven. Esta interacción no solo aporta nuevas perspectivas, sino que escuchar sus planes e ideas ayuda a mantenerse conectado con la propia juventud. Para las personas mayores, se sugiere hacer preguntas, escuchar, ofrecer comida y evitar centrarse en las dolencias físicas.
- Practicar el ‘Chisme Positivo’: Existe una tendencia común a destacar lo negativo al hablar de otros, según Jamil Zaki, autor de Esperanza para cínicos y director del Laboratorio de Neurociencia Social de Stanford. Se propone realizar la acción opuesta: difundir rumores positivos sobre alguien, como un hecho admirable poco conocido o un acto amable presenciado. La investigación sugiere que esta práctica puede incentivar a otros a hacer lo mismo.
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- Adaptar Actividades de Vacaciones en ‘Mini-Versiones’: Para prolongar el sentimiento de gozo experimentado durante las vacaciones, Sarah Pressman, profesora de ciencias psicológicas de la Universidad de California en Irvine, recomienda identificar los aspectos más disfrutados del viaje. Posteriormente, se busca una «miniversión» de esas actividades. Por ejemplo, si se disfrutó de andar en bicicleta en vacaciones, se puede empezar con un paseo semanal en dos ruedas; si se amó explorar, se puede quedar con un amigo en una ciudad nueva y explorarla como turista.
- Valorar los Momentos Cotidianos: Suzanne B. O’Brien, exenfermera de cuidados paliativos, ha observado que muchos pacientes terminales rememoran con nostalgia las partes más mundanas de sus rutinas, como preparar panqueques un sábado por la mañana. Una técnica para cultivar gratitud por estos momentos diarios es cambiar la perspectiva: en lugar de pensar «Tengo que ir al gimnasio», se replantea como «Tengo la oportunidad de ir al gimnasio».
- Preparar un ‘Botiquín Emocional’: Susan Albers, psicóloga clínica de la Clínica Cleveland, sugiere identificar elementos que proporcionen tranquilidad para recurrir a ellos en momentos difíciles. Esto puede incluir crear una «lista de reproducción de serotonina» para mejorar el estado de ánimo o recopilar y guardar mensajes de correo electrónico positivos y capturas de pantalla de mensajes de apoyo de seres queridos.
- Saborear la Vida con Presencia: El astronauta Mike Massimino, autor de Aspira a lo más alto, cambió su perspectiva sobre quejarse del clima tras viajar al espacio, donde no hay atmósfera, estaciones ni clima. Ahora, se toma su tiempo para saborear lo que le rodea, prestando atención a los aspectos positivos. Incluso disfruta sentir la lluvia, viéndola como un recordatorio de que el planeta está vivo y de la fortuna de estar en él.
- Aplicar la Regla de Cher sobre la Perspectiva: Durante una entrevista, la cantante Cher compartió que el mejor consejo que recibió fue: «Si dentro de cinco años no importa, no importa». Esta regla puede ser útil para decidir rápidamente si un asunto merece preocupación, lo que a menudo resulta en una sensación de alivio inmediato al darse cuenta de que no tendrá relevancia a largo plazo.
Fuente: Jancee Dunn para The New York Times.