Según los datos oficiales, el Gobierno requirió al Banco Central adelantos transitorios (AT) por $130.000 millones el pasado 17 de marzo que fueron depositados en su cuenta en la autoridad monetaria, teniendo un efecto monetario neutro por el momento.
Este monto se encuentra apenas por debajo de la meta de AT acordada con el FMI en la revisión de diciembre ($139.300 millones).
Esta es la primera vez en el año que el Gobierno necesita la asistencia directa del Banco Central para financiarse, luego de dos meses con una buena performance en las colocaciones de deuda pública.
Sin embargo, el fuerte crecimiento del déficit fiscal en enero y febrero impulsó las necesidades de liquidez, lo que parece continuar en este mes de marzo.
Mala señal dentro del mar de incertidumbre actual, denotando la falta de caja del Tesoro que lo llevó a instrumentar esta compleja operación de deuda que en el fondo no es más ni menos que una emisión de Bonares con el objeto de conseguir financiamiento fresco para cubrir el bache fiscal.