Ante el aumento del consumo de pescados y mariscos por la celebración de Semana Santa, autoridades sanitarias difundieron una serie de recomendaciones orientadas a prevenir enfermedades transmitidas por alimentos.
La Dirección de Calidad Alimentaria elaboró un conjunto de pautas dirigidas a quienes adquieren productos frescos como pescado, mejillones o mariscos, con el objetivo de reducir riesgos vinculados a su conservación, manipulación y cocción. “El olor debe ser suave y característico. Si presenta aroma a amoníaco, no es apto para el consumo”, se advierte en el documento oficial.
Entre los principales aspectos a verificar al momento de la compra se destacan:
Branquias: deben ser rojas, brillantes y bien formadas.
Piel: debe lucir tornasolada y sin decoloraciones.
Ojos: deben mostrarse salientes, con pupila negra y superficie brillante.
Carne: firme, translúcida y sin aspecto flácido ni rugoso.
Se insiste en adquirir productos únicamente en locales habilitados que respeten las normas de higiene, refrigeración y manipulación. La correcta higiene personal también resulta clave: lavarse las manos con agua caliente y jabón tras tocar pescado crudo reduce la posibilidad de contaminación.
Además, se aconseja limpiar minuciosamente utensilios y superficies en contacto con alimentos sin cocción. La conservación adecuada también ocupa un lugar relevante: los productos frescos deben almacenarse en la parte más fría del refrigerador y, de no consumirse de inmediato, congelarse por un máximo de tres meses. Una vez descongelados, no deben volver al freezer.
La cocción completa y el consumo inmediato son esenciales, sobre todo en grupos de riesgo como embarazadas, niños, adultos mayores o personas con defensas bajas. También se recomienda verificar que empanadas u otros alimentos ya cocidos se encuentren refrigerados y que sean recalentados por completo antes de su ingesta.
Para evitar la contaminación cruzada, se sugiere mantener separados los alimentos crudos de aquellos listos para consumir.
Frente a cualquier sospecha de irregularidades, la población puede comunicarse con el área de Control Bromatológico al teléfono 4285600, internos 4742 al 4757, y realizar la correspondiente denuncia.
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