Cada 19 de septiembre se celebra el Día Mundial del Aperitivo y, en Argentina, esta tradición tiene sabor propio. Más allá de ser una bebida, el aperitivo forma parte del ADN cultural y gastronómico del país, con raíces que se remontan a las oleadas inmigratorias, historias populares y rituales que aún perduran en la mesa, en los bares y en la memoria colectiva.
Desde las recetas originales traídas por boticarios europeos hasta su reinvención en barras de autor, los aperitivos supieron adaptarse sin perder su esencia. Hoy combinan historia, nostalgia y tendencia, conquistando tanto a quienes crecieron con estos sabores como a nuevas generaciones que los redescubren con entusiasmo.
En la actualidad, los aperitivos dejaron de ser exclusivos de la “previa” de una comida para convertirse en protagonistas de after offices, reuniones con amigos, terrazas y bares de tendencia. La versatilidad de sus sabores permitió la creación de versiones con soda, jugos naturales, e incluso opciones sin alcohol como el Gancia Cero, que responde a un consumo más consciente sin resignar sabor.
Los clásicos argentinos
En este Día Mundial del Aperitivo, marcas emblemáticas como Amargo Obrero, Gancia, Hesperidina y Pineral rinden homenaje a esta tradición con cócteles que pueden disfrutarse tanto en casa como en bares porteños de renombre.
Amargo Obrero, por ejemplo, no solo es un clásico de las mesas argentinas, sino que acaba de ser distinguido por la guía internacional Taste Atlas como el tercer mejor licor herbal del mundo entre 90 bebidas. Con más de 130 años de historia y un fuerte vínculo con el imaginario popular, se mantiene vigente gracias a su equilibrio de hierbas y su bajo contenido alcohólico.

En el caso de Gancia, su línea de aperitivos se expandió con nuevas variantes como Gancia Hibiscus y el ya mencionado Gancia Cero, que mantienen el espíritu del clásico Americano pero adaptado a los nuevos tiempos. “Cuando un consumidor elige uno de nuestros aperitivos, vuelve a poner en valor el lugar que estas marcas tienen en la mesa y en la memoria de los argentinos”, afirma Solana Baccile, Category Manager de Aperitivos de Grupo Cepas.

Hesperidina, con 160 años de historia, y Pineral, con más de 150, también son testimonio de la vigencia de esta categoría que mezcla sabor, patrimonio e innovación. Ambas bebidas, nacidas como tónicos reconstituyentes, fueron adoptadas por la cultura popular y hoy vuelven a decir presente con propuestas refrescantes, combinadas con cítricos, hierbas y hasta energizantes.
