Andrés Calamaro pasa su tiempo entre la Argentina y España y por eso también se preocupa por lo que sucede en el país ibérico. Esta semana se realizó un debate televisivo entre los cuatro candidatos a presidente más importantes. Los españoles votan el domingo entre los postulantes Pablo Casado por el Partido Popular, Pedro Sánchez por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pablo Iglesias por Unidos Podemos y Albert Rivera por Ciudadanos.
El nuevo actor en este escenario es la aparición de Vox, un partido de extrema derecha que obtuvo representación parlamentaria por primera vez en la historia democrática reciente en diciembre de 2018, en el parlamento andaluz. En su página web, Vox resume su proyecto en “la defensa de España, de la familia y de la vida”. A modo de ejemplo, una propuesta polémica de este partido es la derogación del Pacto de Estado sobre Violencia de Género, sobre todo porque cuenta con el apoyo de los principales partidos españoles.
Ver: Los españoles votan en un comicio central
El cantante español se vio envuelto este jueves en una polémica por unas publicaciones que realizó en su cuenta de Facebook, en un intento de comparación entre ambos países. Sus palabras parecieron ser un apoyo al partido ultraconservador, aunque Calamaro no se refirió explícitamente a Santiago Abascal, el hombre de Vox.
En una de las frases, al rockero sostuvo: “Estos cuatro políticos de oficio apenas si ofrecen gestos progresistas, mucho menos ofrecen blindar las instituciones que dan identidad a la cultura. Me cuesta elegir entre estos cuatro muchachos. En este escenario soy reaccionario porque no tengo dramas en blindar las instituciones culturales”.
Y siguió: “Prefiero el vértigo de los patriotas y reaccionarios, a su manera me representan más que los moderados. Ya perdimos mucho, mas perdimos en Argentina que en España”. Y agregó: “Como me importa el bien común, además de mi bien común que todavía tiene algo que perder, me abstengo de apoyar a los candidatos presentados anoche en la televisión”.
Sin embargo, salió a aclarar que no podrá votar en las elecciones generales españolas y se dedicó a responder a muchos de los fans disgustados con su postura. “Soy residente en Argentina, respeto la democracia pero no voto en España”, explicó. Pero ante el aluvión de críticas se autodefinió como “un hombre de la izquierda racionalista”.