«Yo les voy a contar, yo fui víctima de abuso a mis 10 años y no tuve la posibilidad de ponerlo en palabras, me daba vergüenza y mi mamá no se daba cuenta», dijo este mediodía, de pronto, cuando entrevistaba a Sebastián Cuattromo y Silvia Piceda, de Adultxs por los derechos de la infancia.
«El que descubre la situación es mi hermano tres años menor y es él quien pone en palabras lo que había visto, lo que estaba pasando y es ahí cuando a mí me corren de ese lugar», agregó.
La conductora que estuvo más de un año y medio alejada de las cámaras para recuperarse de un cuadro de depresión desatado por la muerte de su padre, fue entrevistada posteriormente por su compañera Luciana Rubinska al inicio del programa Minuto a Minuto.
«No hubo la posibilidad de hacer una denuncia judicial, simplemente se cortó el vínculo con la familia de agresor y yo hace muy poco que pude ponerlo en palabras y todavía me cuesta expresarlo», dijo.
Madre de una joven de 20 años, Fernández explicó que contó su caso para exhortar a los padres a que presten atención a los indicios de abuso que pueden presentar aquellos niños que, como ella, no pudieron expresar lo que les pasaba en el momento en que estaba ocurriendo.
En su caso, «los abusos se daban en situaciones de juego», en momentos en que las familias se reunían para almorzar o cenar en fin de semana, y los niñas, niñas y adolescentes quedaban jugando solos, sin supervisión de un adulto.
Particularmente, Fernández contó que era abusada mientras jugaban a la escondida o al «cuarto oscuro», momentos en que el agresor la llevaba con él con la excusa de que había encontrado el mejor escondite.
«Eran manoseos seguidos de una amenaza, de un cállate la boca porque nadie te va a creer. Y esas situaciones provocaban en mí una anulación total, sólo atinaba a quedarme quieta», dijo.
La periodista contó que los hechos de abusos se repitieron «varias veces» hasta que su hermano de 7 años, «que es mi gran héroe», fue testigo de uno y lo contó a sus padres «apenas subimos al auto para volver a casa».
«Se cortó todo: mi madre fue, lo encaró y le dijo yo me entero que le ponés una mano encima a Mariela de nuevo, vengo y te la corto. De ahí no lo vi nunca más. Fue la manera que supimos y elegimos en ese momento pero ante un caso de éstos hoy recomiendo denuncia judicial, llevar a la criatura a un psicólogo y hacer un chequeo médico», dijo.
Como secuelas de estos episodios de abuso, Fernández contó que tuvo dificultades en el momento de iniciarse sexualmente, para superar cierta tendencia a la «sumisión» y para aceptar su cuerpo.
«A mí resultó difícil amigarme con mi lado femenino y con mi cuerpo, porque yo pensaba que si usaba un escote o la pollerita, estaba habilitando al otro a que hiciera conmigo lo que quisiera», contó.
«También en lo personal muchos años de mi vida fui más sumisa, porque me quedó metido en algún lugar esto de cállate, no digas nada, tu palabra no sirve, no te van a creer. Por ahí había cosas que no me gustaban y yo me las callaba», agregó.
La conductora aseguró que si bien «es una experiencia de vida que tengo superada», le costó dejar de asociar «cualquier problema» personal con aquella experiencia y poder «perdonar» a su agresor para sanar.