Una de las grandes sorpresas durante la última temporada del fútbol europeo fue la salida de Alejandro Gómez del Atalanta, club donde el Papu” es considerado ídolo.
Por primera vez, el volante dio su versión de los hechos y apuntó contra su exentrenador, Gian Piero Gasperini.
Me tuve que ir del club. Me esperaba una disculpa del técnico que jamás llegó. Yo me equivoqué en algo, lo asumo, porque en un partido de Champions contra un equipo de Dinamarca, el Midtjylland, lo desobedecí en una indicación táctica”, comenzó diciendo el jugador de 33 años.
Y continuó: Faltaban diez minutos para que termine el primer tiempo y me pidió que juegue por la derecha, mientras que yo estaba jugando muy bien por la izquierda. Y le dije que no. Imaginate, haberle respondido eso, en medio del partido, hoy, con las cámaras… Estuvo perfecto que se enojara. Ahí ya supe que en el entretiempo me iba a sacar, y así fue. Pero en el vestuario del entretiempo se sobrepasó, cruzó los límites e intentó agredirme físicamente”, sorprendió.
Ante la repregunta sobre si el entrenador había intentado pegarle, Gómez contestó: Sí. Y ahí dije basta. Uno puede discutir, Ok… Pero cuando hay una agresión física ya es intolerable. Entonces pedí una reunión con el presidente del club, Antonio Percassi, y le dije que no tenía problemas en continuar, aceptando que me había equivocado: como capitán no me había comportado bien, había sido un mal ejemplo desobedeciendo al técnico. Pero le dije al presidente que yo necesitaba una disculpa de Gasperini. Y le dije, también, que entendía que el presidente ni podía aceptar que el técnico hubiese intentado agredir a un jugador. Bien”.