En el programa Desayuno Americano, Mauro Zárate irrumpió a través de una llamada telefónica para confrontar a Flavio Azzaro, quien llevaba tiempo discutiendo con Natalie Weber, esposa de Zárate.
El conflicto se originó durante un debate sobre el protagonismo de ciertos comunicadores en el programa transmitido por América. Weber mencionó a Azzaro como ejemplo de quienes difunden información falsa con impunidad.
La acusación tomó por sorpresa a la conductora del programa, ya que desconocía la disputa que se remontaba a mediados de 2018, cuando Zárate, en ese entonces jugador de Vélez Sarsfield, fue transferido a Boca Juniors. La transferencia generó controversia en Vélez debido a que Zárate había afirmado que solo jugaría en ese club, lo que llevó a ser excluido de la lista de ídolos de la institución.
Weber enumeró una serie de acusaciones que Azzaro habría hecho durante un año, entre ellas, afirmaciones de que Vélez le había pagado al padre de Mauro, y que Mauro era una mala persona en diferentes aspectos.
«Sos un nefasto, no tenés que estar en los medios de comunicación. Un desastre. Mi marido cambió de club nada más, no tiene nada de malo», declaró la esposa del futbolista.
Además, Weber solicitó la reproducción de un archivo en el que Azzaro supuestamente realizaba esas descalificaciones, a pesar de que él las negaba.
Azzaro respondió diciendo que algunas cosas son interpretaciones y que es difícil discutir en esas circunstancias. Luego, cansado de las acusaciones, cuestionó por qué Zárate regresó a Vélez si tanto amaba al club y por qué luego se unió a Boca Juniors.
Zárate intervino en vivo para detener la pelea y comenzó insultando a Azzaro, llamándolo «pobre tipo» y «cagón». El futbolista, actualmente jugando en el Cosenza de la segunda división de Italia, se mostró furioso porque Azzaro estaba criticando a su esposa y a su familia, y afirmó que el periodista se basa en la difamación.
A pesar de los intentos de los panelistas por encontrar una solución, la situación se volvió cada vez más tensa. Incluso cuando parecía que la pelea se calmaba, Azzaro acusó a Zárate y a su esposa de haber organizado el enfrentamiento para atacarlo.
La discusión siguió escalando y Zárate admitió que si hubiera sabido que Azzaro estaba en el programa, no habría permitido que su esposa asistiera. Azzaro respondió cuestionando si Zárate controla la vida de su mujer y recordó su transferencia a Boca, afirmando que todo lo hace por dinero.
Finalmente, Zárate mencionó que en su regreso a Vélez acordó no cobrar dinero hasta asegurar la permanencia del club y, en medio de los gritos, cerró la comunicación diciendo que estaba satisfecho por haberle cerrado la boca a Azzaro.
A pesar de los intentos de reconciliación por parte de los panelistas, Azzaro no se disculpó con Zárate, aunque sí lo hizo con Weber al entender que sus palabras podrían haberla lastimado como esposa de Mauro. Sin embargo, negó que tuviera que pedir disculpas al futbolista.