«A las mujeres nos han lavado el cerebro toda nuestra vida para odiar nuestros cuerpos”. Con ese contundente mensaje arrancó su discurso la actriz británica Emma Thompson, durante su paso por la Berlinale, Festival Internacional de Cine de Berlín, al que la actriz asistió para presentar Good luck to you, Leo Grande, una película en la que interpreta a una mujer de 55 años, viuda, que quiere vivir su primer orgasmo y contrata los servicios de un trabajador sexual.
Durante la conferencia, Thompson, de 62 años, criticó la presión que existe sobre la imagen de las mujeres y la exigencia para tener cuerpos perfectos, y reveló las dificultades que le supuso actuar en una escena en la que debe mirarse desnuda frente a un espejo.
«Para ustedes, los alemanes, la desnudez puede ser más normal. Pero los británicos tenemos que luchar contra nuestro puritanismo”, aseguró la actriz entre risas.
“Si me paro frente a un espejo, estoy siempre moviéndome o acomodándome pedazos de carne. No puedo simplemente mirarme. ¿Por qué haría eso? Es horroroso”, reflexionó luego.
En esa línea, Thompson aseguró que las audiencias hoy en día no están acostumbradas a ver cuerpos “reales”, «sin tratar», en pantalla e insistió en que «todo lo que nos rodea» les recuerda a las mujeres que son «imperfectas».
A las mujeres nos han lavado el cerebro toda nuestra vida para odiar nuestros cuerpos. Todo lo que nos rodea nos recuerda lo imperfectas que somos y que todo está mal en nosotras. Tienes que mostrarte de una determina manera», sostuvo.
Y agregó: «Intenta ponerte frente a un espejo y no moverte. Solo aceptar y no juzgar… es lo más difícil que he tenido que hacer. Hice algo que no había hecho nunca como actriz».