Tras la entrevista que Wanda Nara y Mauro Icardi le brindaron a Susana Giménez, donde hablaron del escándalo amoroso y mediático que los tuvo como protagonistas, llegó el momento de Eugenia “La China” Suárez, que brindó su versión de los hechos.
En una entrevista con Alejandro Fantino, la actriz afirmó que “no le debe cuentas a nadie” y explicó que evita hablar sobre el tema: “Cuando la hablo, la cago”, dijo.
“¿Sabés lo que pasa? Nunca sentí que tenía que dar explicaciones. A lo mejor suene soberbio o a lo mejor suene rebelde, pero el día que mis hijos me pregunten lo que quieran saber, a los únicos a los que voy a dar explicaciones es a ellos… No me banco que venga un novio a pedirme explicaciones, no tengo tolerancia para esas cosas. Quiero mantener la privacidad y la intimidad, no quiero armar un personaje”, expresó.
“Entendí que siempre se va a hablar, ya lo tengo aceptado. No es el precio de la fama, siempre odié esa frase, pero sí es el precio de vivir con la libertad que tengo desde que soy muy chica. A mí nunca me molestó. Es mirar con perspectiva: estoy en medio de un terremoto, sí; mis hijos están bien, sí; mis amigos me quieren, sí”, contó.
Más tarde, reconoció: “Hubo gente que me defraudó. No esperaba que sea así. Uno piensa que hay amigos que te puedan bancar más o menos, pero yo sigo teniendo la misma gente de siempre”.
Luego, hizo mención sobre el machismo que existe entre las mujeres: “Desde el colegio, que las explicaciones se les piden a las mujeres: a las que no quieren tener hijos, les dicen que ‘ya están grandes’; a las que tienen muchos, les preguntan por qué; lo mismo a las que se separan; y si conocen a más de uno, es puta”, precisó y siguió: “Después está el machismo en mujeres que es tremendo. Es la mujer que juzga a otra mujer. Hablan de un lugar mural de muy poca empatía. Se creen el papel de ‘mujer’ y son las primeras en señalar a otra mujer. Eso es por como nos adoctrinaron”.
“Nos meten en la cabeza que las mujeres tienen competir y al hombre nunca se lo condena. En ningún sentido. No se lo juzga ni se le pida explicaciones… Ahora no quiero saber más nada con nadie. No necesito un hombre al lado. Yo tengo mi familia, tengo 3 hijos. No necesito que me cambien la lamparita ni que me prendan el fuego para el asado, eso lo hago yo”, reflexionó luego.
Por último, lanzó: “Yo no soy un personaje, yo soy yo… Ojalá me hubiese salido hacer un personaje. A mí me quieren y me odian por las mismas razones: por mi personalidad”.