Con abrazos, lágrimas y emoción, la Cooperativa Horizonte celebró este jueves en su sede social un hito monumental: la adjudicación de su vivienda número 20.000. Este logro, sin precedentes en Argentina para una cooperativa de vivienda social autofinanciada, fue posible gracias a 43 años de trayectoria, una administración sólida y, sobre todo, a la organización del esfuerzo colectivo de sus asociados.
La jornada comenzó con un acto en el que se entregaron 150 nuevas viviendas, recibidas con profunda emoción por las familias presentes. Entre ellas estuvo Marta Gil, quien adjudicó la primera vivienda de la cooperativa a tan solo tres meses de su conformación y, en esta ocasión, fue nuevamente protagonista al recibir la número 20.000.
En diálogo con Hoy Día Córdoba, el fundador y asesor general Julián Benassi, junto al actual presidente Carlos Moro, destacaron el sistema de autogestión de la cooperativa, que permite a familias trabajadoras acceder a su vivienda sin depender de créditos ni subsidios estatales.
“Somos militantes de la vivienda social”, resumió Benassi, sintetizando la filosofía de la organización. El modelo de Horizonte se basa en administrar de forma eficiente el aporte de sus miembros, asumiendo de manera colectiva la resolución del acceso a la vivienda.
El perfil de los asociados es diverso, aunque mayoritariamente provienen de sectores medios y medio-bajos: trabajadores de fábricas, carpinteros, pequeños comerciantes o profesionales recién recibidos. Muchos participan como “asociados operadores”, ofreciendo servicios técnicos o no especializados a la cooperativa mientras aportan para construir su hogar. Actualmente, unos 2.500 asociados integran esta modalidad que combina trabajo y vivienda.
Además, Horizonte implementa medidas de flexibilidad para que quienes atraviesan dificultades económicas puedan evitar caer en mora. “Nuestros asociados no pertenecen a un segmento de altos ingresos, por eso aplicamos herramientas que les permitan seguir cumpliendo”, explicó Benassi.

Aunque el clima fue de celebración, el evento se dio en un contexto de tensión con la Municipalidad de Córdoba por la provisión de agua potable. La cooperativa denuncia que el municipio exige que ellos mismos financien y ejecuten obras de infraestructura troncales, lo que consideran una obligación estatal.
Según Horizonte, el acceso al agua es un derecho humano y parte esencial del derecho a una vivienda digna, tal como lo establecen la Constitución Nacional, la Provincial y la Carta Orgánica Municipal. También citan un convenio ratificado por ordenanza (Ley Provincial N° 10.682 y Ordenanza N° 13.022), cuyo artículo quinto establece que la Municipalidad debe hacerse cargo de las obras necesarias para la ampliación de redes.
La cooperativa asegura que sí realiza toda la infraestructura interna (redes de agua, electricidad, alumbrado, pavimento, etc.) dentro de cada fracción. Incluso han ofrecido extender las redes hasta “distancias razonables”, pero desde el Municipio se les exige cubrir kilómetros de obra, incluyendo tramos que implican atravesar la avenida Circunvalación, algo que consideran inviable.
El costo de estas obras, afirman, podría representar entre un 20% y un 50% del valor total de una vivienda. “Si desviamos fondos para esto, no podremos seguir construyendo vivienda social. No pedimos subsidios, sólo que el Estado cumpla con su deber”, aseguran.
Benassi compara esta situación con la de los desarrollistas privados, quienes “a veces acceden a hacer obras costosas porque pueden trasladar el costo a sus clientes”, pertenecientes a un segmento social con mayor capacidad económica. “Los socios de Horizonte no tienen esa misma posibilidad”, argumenta.
La cooperativa insiste en que quiere evitar instancias judiciales o protestas. “Sólo pedimos que la Municipalidad cumpla con lo que la ley ya le exige. Nadie se quedará mansamente sin su trabajo, su vivienda autosolventada o sin su agua”, advierten.