Este 16 de octubre se conmemoró el Día Mundial de la Alimentación, una efeméride impulsada desde 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) que busca concientizar sobre el hambre, la desnutrición y la necesidad de garantizar el derecho humano a una alimentación adecuada. La fecha recuerda la fundación de la FAO en 1945 en Quebec, Canadá, cuando 42 países se unieron con un objetivo común: liberar a la humanidad del hambre.
A nivel global, el panorama sigue siendo alarmante. Se estima que en 2025 alrededor del 8,2% de la población mundial, unos 673 millones de personas, padece hambre. Además, cerca de 2.300 millones enfrentan inseguridad alimentaria moderada o grave, lo que implica no poder acceder de manera regular a alimentos suficientes y nutritivos.
En Argentina, la fecha llega con cifras que también encienden alertas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), durante el primer semestre de 2025, el 31,6% de la población estuvo por debajo de la línea de pobreza, lo que significa que más de un tercio de las personas en aglomerados urbanos no tuvo ingresos suficientes para cubrir la Canasta Básica Total, que incluye alimentación y otros bienes esenciales.
En tanto, un 12,7% se encontró en situación de indigencia, es decir, sin poder acceder ni siquiera a la Canasta Básica Alimentaria, que mide el umbral mínimo para cubrir necesidades alimenticias básicas.
La jornada también busca visibilizar los debates sobre los modelos de producción y distribución de alimentos. En distintas partes del mundo se cuestionan prácticas como la cría intensiva de animales, los alimentos genéticamente modificados y el uso de pesticidas, mientras crecen los reclamos por sistemas más sostenibles y equitativos.
Más que una fecha conmemorativa, el Día Mundial de la Alimentación es un recordatorio urgente, el acceso a una alimentación adecuada es un derecho humano reconocido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Garantizarlo implica no solo políticas públicas globales coordinadas, sino también acciones concretas para reducir la pobreza y la desigualdad en cada país.
El Día Mundial de la Alimentación recordó la urgencia de garantizar el acceso a una alimentación adecuada: en Argentina, más de un tercio de la población no cubre sus necesidades básicas y un 12,7% no puede acceder ni siquiera a la canasta alimentaria mínima.