Los cinco sospechosos están detenidos, acusados de «acceso carnal agravado», un delito con penas de entre ocho y 20 años de prisión. Según la denuncia, la violación grupal ocurrió en una carpa en un camping de la ciudad costera de Miramar, en la provincia de Buenos Aires.
La familia de la denunciante había alquilado un bungalow para pasar las fiestas navideñas en el camping. En la madrugada del 1 de enero, los padres se preocuparon por la ausencia de su hija y salieron a buscarla. La madre la encontró en una carpa con los cinco acusados, de entre 21 y 23 años. Estaba alcoholizada y contó que la habían violado.
El padre llamó a la policía y la familia interpuso una denuncia inmediata. La fiscal ordenó preservar la escena del crimen, secuestrar los elementos de interés para la investigación y trasladar a los detenidos para que fuesen sometidos a pericias médicas. Pero la policía tardó en actuar, por lo que el subcomisario a cargo, Andrés Caballero, fue relevado.
Los acusados eran amigos y habían llegado juntos al camping El Durazno para celebrar allí el Año Nuevo. Se trata de Lucas Leonel Pitman (21), Tomás Agustín Jaime (23), Juan Cruz Villalba (23), Mariano Manuel Díaz (23) y Roberto Fabián Costa (21). Jóvenes de clase media y oriundos de la ciudad de Mar del Plata, a 50 kilómetros de Miramar, varios de ellos se conocían por practicar surf y rugby, según medios locales.
La carpa donde ocurrió la presunta violación fue retirada del lugar y está en manos de la justicia como evidencia de la causa. También serán analizados por un laboratorio forense la ropa de la adolescente y de los acusados.
El nombre de la víctima se mantiene en secreto y también la mayoría de detalles de la investigación. Hace poco más de un año, la provincia de Buenos Aires fue el escenario de un caso que generó una gran indignación, el de la muerte de la adolescente Lucía Pérez, y la fiscal a cargo quiere diferenciarse del trabajo de su colega. En aquella ocasión, la Fiscalía anunció en rueda de prensa que Pérez, de 16 años, había sido drogada, violada por varios hombres y muerta por empalamiento. El pasado noviembre, los jueces negaron esa versión. Según el polémico fallo, que ya ha sido apelado, Pérez murió por sobredosis y no fue violada sino que mantuvo relaciones sexuales consentidas.
Declararon los acusados por el abuso
Los cinco acusados declararon ayer ante el juez y continuarán detenidos, en los próximos días declarará la víctima en una cámara de Gesell, un mecanismo que permite preservar el anonimato de los testigos. También se tomará testimonio a otras personas que se encontraban acampando en el lugar.
Durante casi seis horas, los cinco acusados de violar a una nena de 14 años en un camping de Miramar prestaron declaración indagatoria ante la fiscal Florencia Salas. Todos tienen entre 21 y 23 años y son todos mayores de edad. Relataron su versión de los hechos y respondieron preguntas.
Los detenidos llegaron cerca de las 8 de la mañana de ayer fuertemente custodiados a los tribunales marplatenses desde la alcaldía de la penitenciaria de Batán. Alrededor de las 11 pasó a declarar el primero de ellos.
Un dato que surge de las declaraciones es que los relatos habrían coincidido en casi todos los puntos. No solo en lo sucedido al momento de la agresión sexual sino también en cómo conocieron a la menor y en lo que habría sucedido después.
Según lo que declararon los detenidos, ninguno de ellos conocía a la nena de 14 años previamente. Dos de los acusados declararon que se encontraban durmiendo en el interior de la camioneta en la que habían llegado y que no participaron de los hechos. Otro de los detenidos sostuvo que estaba durmiendo en una reposera. Solo los otros dos declararon que tuvieron contacto sexual con la menor en el interior de la carpa. Según las fuentes judiciales, habrían declarado que «fueron relaciones sexuales consentidas».
Consultada por el caso, la doctora Raquel Hermida Leyenda, abogada penalista y especialista en delitos contra la integridad sexual, sostuvo que la estrategia utilizada por la defensa «es mala y reiterativa, ya que todos los imputados por delitos contra la integridad sexual se defienden asegurando que se trató de una relación consentida».
La abogada penalista señaló que en este caso «nos encontramos frente a un abuso sexual con acceso carnal agravado por tratarse de una menor de entre 13 y 16 años de quien se aprovecharon por su inmadurez sexual en razón de la mayoría de edad de los autores. Y agravado también porque el hecho fue cometido por dos o más personas. Y porque seguramente va a dejar un grave daño psíquico en la víctima».
Y agregó que «a partir de la declaración de la menor en Cámara Gesell y de los informes psicológicos hay que analizar si posee también el agravante de lo ultrajante que resultó el hecho y si existió corrupción de la menor, que significa interrumpir su normal desarrollo psicosexual». Por todo esto, Hermida Leyenda señaló que a los autores podría caberles una pena de 20 años de cárcel.
En el examen médico que se le realizó a la nena quedó claro que hay lesiones genitales compatibles con un abuso sexual. La fiscal pidió que los cinco acusados continúen detenidos. «Hay un montón de pericias para hacer. Ahora están a disposición del juez. Yo pedí la detención, nada más», se limitó a decir a la prensa la fiscal al abandonar los tribunales sin dar precisiones sobre los dichos de los detenidos.