«En el momento en que ella estaba dormida en la mesa yo me levanto y me acuesto en la cama, viví todo esto como un sueño. La verdad que estaba fuera de mis cabales, no hubiese hecho nunca algo así estando en plena conciencia. Pido perdón a toda la sociedad, a sus familiares, a sus seres queridos», dijo este jueves Marcelo Fabio Ferrareto, acusado de matar a Ana Rosa Barrera, quien era su pareja.
Ferrareto está siendo juzgado en la Cámara 11º del Crimen, en un juicio con jurados populares. Está acusado por homicidio doblemente calificado por el vínculo y por violencia de género. Esto implica una pena de prisión perpetua.
El caso ocurrió el 29 de mayo de 2017 en cercanías a Alta Gracia, en Los Cedros, donde –según la acusación- Ferrareto primero golpeó con un objeto contundente (una masa en la cabeza) a Barrera, la mató, la descuartizó y enterró los restos de la mujer en un pozo que hizo a la vera la ruta 5 que une Córdoba con Alta Gracia.
Ferrareto participaba de carneadas por lo tanto era muy hábil manejando la cuchilla.
Durante el juicio el asesor letrado que defiende a Ferrareto, el doctor Fernando Palma, había negado los hechos pero todo hacía suponer que el acusado rompería el silencio y asumiría la responsabilidad, acorralado por las pruebas.
El miércoles, Fernanda, una amiga de Barrera había declarado en el juicio. Allí reconoció que en los últimos tiempos había notado conductas agresivas y de celos de Ferrareto: “Estaba enfermo de celos, era muy controlador”, declaró la testigo.
“Nos llamaba la atención que últimamente Marcelo estaba muy celosos de Ana. Al principio disimulaba la situación quedándose callado, pero cada vez era más agresivo y discutían frente a nosotros (por ella y su pareja)”, relató la mujer.
Aún faltan declarar seis testigos y, entre otras cosas, resolver si se le aplica una nueva pericia psicológica a Ferrareto. La única condena posible para el acusado es la prisión perpetua.