En un fallo inédito, se condenó por primera vez en la historia judicial de Córdoba a un hombre por el delito de trata de personas. La sentencia fue en perjuicio de Roberto Cabrera, quien recibió una pena de 8 años de prisión tras ser acusado de “trata agravada y favorecimiento de la recepción de migrantes irregulares”. Cabrera era dueño de un cortadero de ladrillos ubicado en la zona de Malvinas Argentinas y en 2013 fue detenido luego que en un procedimiento de la Afip se encontraran 29 personas, 5 de ellos menores de edad, en deplorables condiciones humanas. La semana pasada, en su alegato, el fiscal Carlos Gonella había pedido la pena de 10 años de prisión.
Según se conoció, todos los rescatados eran ciudadanos bolivianos, que estaban contratados en negro, sin un horario determinado y por unos 150 pesos por día. El fallo, emitido por la sala unipersonal a cargo de Noel Costa, constituye el primero en este tipo, ya que se trata de la primera condena por trata laboral en Córdoba. Con anterioridad, todos los casos de estas características se habían resuelto absolviendo a los acusados. “Si hubo condenas por trata sexual. Pero se trata de la primera condena en Córdoba por trata laboral”, indicaron fuentes de la Justicia Federal.
En el procedimiento realizado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), en un predio ubicado sobre la ruta 19, se constató la existencia de un cortadero de ladrillos, donde personas mayores y niños realizaban labores sin la mínimas condiciones de salubridad. Durante la etapa de instrucción se comprobó que los trabajadores, quienes además no se encontraban registrados, vivían hacinados en construcciones precarias que carecían de puertas y ventanas. “Si bien algunas construcciones contaban con techos de chapa, en muchos casos apenas un nylon aislaba a las víctimas del exterior”, indicaron fuentes de la fiscalía.
Según un informe de Afip, los damnificados “vivían y trabajaban allí cocinaban sobre la tierra. Tampoco había baños ni agua corriente. Dormían de a seis personas por colchón en camas improvisadas, donde el elástico son los ‘palets’ en desuso del transporte de ladrillos”. Según se supo, en 2013, Cabrera era monotributista categoría D, que contempla ingresos brutos anuales de hasta 48.000 pesos, pero sin embargo, en los procedimientos se encontraron 500.000 pesos y 6.000 dólares en una caja de zapatos de su propiedad.