Cuatro personas quedaron detenidas ayer en el marco de la investigación por la muerte de un joven de 20 años en una fiesta electrónica que se llevó a cabo el domingo en la zona sur de nuestra ciudad. Alejandro Susolaguirre, Ricardo Marconi y Gonzalo Ortiz, quienes estaban a cargo de la organización del evento, quedaron imputados del delito de homicidio culposo.
En tanto, el “falso médico” Ariel Antonio Carlettini, quien llevó a Samir Velázquez al hospital Florencio Díaz, quedó acusado del delito de ejercicio ilegal de la medicina y homicidio simple con dolo eventual. La causa es investigada por dos fiscales.
Por un lado, Pedro Caballero, analiza si el fallecimiento fue provocado por una ingesta de drogas sintéticas, mientras que Carlos Cornejo, del Fuero Antinarcotráfico, está a cargo de las averiguaciones por la posible venta de drogas en el lugar.
El abogado defensor de Carlettini, Pantaleón Kouchoumpos, confirmó que su cliente “asistió y trasladó al hospital Florencio Díaz” a la víctima, que ingresó al nosocomio “con signos vitales”. “Me dice que se da cuenta que entra en un paro, lo saca de ahí, lo carga en la camioneta y lo traslada inmediatamente al hospital zonal”, aseveró.
El abogado indicó que a su cliente se lo había contratado para prestar ese servicio como lo hace en bailes de cuarteto y que «nunca dijo ser médico» sino que es «enfermero matriculado».
En tanto, Darío Velázquez, padre de la víctima, admitió que su hijo consumía drogas, pero señaló que los estupefacientes fueron adquiridos dentro del predio y que no fue atendido como correspondía. Sin embargo, la subdirectora del hospital, Mariana Van Ooteghen, afirmó que el joven llegó a la guardia sin signos vitales y que murió a pesar de que los médicos le practicaron maniobras de reanimación por 15 minutos.
“Mi hijo fue a una fiesta no autorizada, en una casa quinta, en medio de la nada. Yo no entiendo cómo se hacen estas fiestas. Que tengan tanta movida y que ni la Policía ni el jefe comunal no lo sepan”, expresó en declaraciones a los medios. “Yo fui al lugar porque nadie sabía cómo llegar, ni la Policía. Eso me hace mucho ruido. A las 5 de la mañana seguían llegando autos, pese a que la habían clausurado”, indicó Velázquez, quien aseveró que “queremos que esto no quede en la nada, queremos llegar al fondo de esto. Sabía que él consumía. No era un chico que estaba todos los días consumiendo, pero estas fiestas electrónicas duran hasta las 4 de la tarde del otro día”, expresó.
Según trascendió, el joven tenía entre sus pertenencias media pastilla de éxtasis y de acuerdo a testimonios de testigos, habría consumido drogas sintéticas e ingerido bebidas alcohólicas.