Villa María vivió un fin de semana sangriento que dejó como saldo dos muertos, dos heridos y tres personas detenidas. El primer caso se conoció ayer cuando un joven de 19 años murió asesinado de un balazo durante una violenta pelea ocurrida en horas de la madrugada durante un cumpleaños. El caso es tramitado por René Bossio, a cargo de la Fiscalía de Instrucción de Tercer Turno, desde donde se informó que por el episodio se detuvo a quien sería el autor material del homicidio, una persona de 21 años.
Los heridos, en tanto, se encuentran internados en el Hospital Regional Pasteur; uno de ellos con lesiones de arma de fuego en una de las piernas y el otro, el supuesto autor del hecho, con una herida de arma blanca en el cuello. De acuerdo a las investigaciones de la Regional de Villa María, todo sucedió en los Monoblocks de barrio Los Olmos cuando la víctima, identificado como Rubén Córdoba, fue en búsqueda de bebidas junto a dos amigos.
En ese momento, se cruzó con el supuesto homicida, quien tras una pelea efectuó el disparo fatal. El detenido quedó imputado como supuesto autor de homicidio calificado por el uso de arma de fuego y, además, por tentativa de homicidio calificado. En horas de la tarde de ayer, se conoció también que el fallecido era el hermano de Tamara Córdoba (20), quien fue víctima de un femicidio por parte de un hermanastro en abril de 2017.
El peor final
En tanto, el sábado, la Policía encontró el cuerpo semienterrado de un joven de 22 años que era buscado desde el 23 de mayo. El hallazgo se produjo en un campo de Arroyo Algodón, propiedad de la familia de Joaquín Munarriz (20), quien fue detenido junto a Tomás Cánovas (20), acusados de homicidio calificado por alevosía”.
La fiscal Juliana Companys, a cargo de la investigación, señaló que el cuerpo de la víctima muestra signos de violencia. De acuerdo a lo indicado por los informes preliminares de la autopsia, el asesinato habría sucedido el mismo día de la desaparición y los golpes que le ocasionaron la muerte se hicieron con un objeto pesado y contundente.
La principal hipótesis que se maneja es que el episodio estaría relacionado a un ajuste de cuentas por cuestiones relacionadas a las drogas. Paralelamente, trascendió que los asesinos serían ex jugadores de rugby.