Después de tres días de investigación por la muerte del chofer de la línea 73 de Ersa en la zona de Villa Boedo, las autoridades judiciales sostienen dos hipótesis con respecto a las circunstancias del trágico hecho.
Se trata de Gustavo Cuello (43), quien la noche del pasado jueves fue hallado muerto con heridas en el rostro y en los brazos, a 50 metros del colectivo que manejaba, que continuaba encendido y desviado a un lado del asfalto.
El fiscal Tomás Casas lleva adelante la investigación, quién a partir del informe preliminar de la autopsia comunicó que Cuello murió por un aplastamiento de cráneo.
Además, el hombre habría sido encontrado con múltiples cortes en las muñecas de ambas manos, por lo que una arista de la investigación indaga sobre la posibilidad de estar ante un caso de presunta autodeterminación.
No obstante, en la jornada del viernes, la Fiscalía notificó que no se encontró el celular de Cuello y que en la escena del hecho se habría hallado un cuchillo, por lo que tampoco se descarta que haya muerto a raíz de un asalto.
Los familiares del trabajador de Ersa sostuvieron que habían estado comunicándose con el hombre una hora antes del suceso.
En el arranque de esta semana, la causa sigue catalogada como muerte de etiología dudosa”, y se esperan los resultados oficiales de la autopsia.